¡Únete al Sindicato de Estudiantes!
Aunque desde el Gobierno se nos insista una y otra vez en que la crisis es cosa del pasado, las cifras oficiales de organismos como la Comunidad de Madrid relatan una realidad muy distinta. Según sus datos, un 13% de la población en la región está en situación de pobreza y otro 20% en riesgo de padecerla; el paro juvenil supera el 47%, y el 83% de las nuevas contrataciones que se realizan son temporales.
Mientras ésta es la dura realidad de millones de personas, una minoría vive en cambio un momento de insultantes beneficios obtenidos a costa de nuestras condiciones de vida. Los ataques que padecemos se dan en todos los frentes, y el educativo no es una excepción. El Partido Popular quiere convertir el derecho al estudio en un privilegio y en un lucrativo negocio del que sacar tajada.
Desde que José Ignacio Wert inició sus contrarreformas universitarias las tasas de matriculación han subido más de un 66%, las becas se han recortado 275 millones de euros, y más de 5.000 trabajadores de las universidades públicas en todo el Estado han sido despedidos. Estos ataques se han traducido en la devaluación de la calidad educativa y en la expulsión de más de 45.000 estudiantes que no tienen dinero para pagar las tasas. Por si todo esto no fuera suficiente el pasado mes de enero, y en plenos exámenes, el Ministro aprobaba el elitista Decreto 3+2: matrículas en total de hasta 20.000 euros para poder estudiar grado y postgrado.
¡No más recortes en la UCM!
Toda esta situación también ha repercutido negativamente en la UCM. En este tiempo se ha producido un recorte de 456 millones de euros de las partidas que recibe de la Comunidad de Madrid (cuantía superior al presupuesto de todo un año), y se han perdido cerca de 800 puestos de trabajo. Así mismo la subida de tasas ha provocado la expulsión económica de más de 3.200 estudiantes en nuestra universidad.
Está claro que la formación es un derecho que no nos ha regalado nadie. Las universidades públicas se sustentan con nuestros impuestos y los de nuestras familias. La formación es la mejor herramienta a nuestro alcance para combatir la sobreexplotación y la precariedad laboral; por eso defendemos una universidad pública, laica, gratuita, democrática y de calidad. Por eso defendemos:
• ¡Eliminación de las tasas! ¡Por una educación pública gratuita!: El Ministerio dice “acercarnos al modelo europeo” para imponer el 3+2, sin embargo oculta que en el 70% de los países europeos la universidad es gratuita o tiene tasas muy bajas. En Francia un año de grado cuesta 89 euros.
• ¡Fondo de becas para acabar con las desigualdades! : No sólo las tasas son un obstáculo para acceder a la universidad, es necesario un fondo de becas que permita costear los gastos derivados de la universidad para los estudiantes que no puedan permitírselo.
• ¡Readmisión de los trabajadores despedidos por los recortes! Una universidad de calidad requiere personal suficiente.
• ¡Aumento del Presupuesto de la Universidad! Plan de choque que garantice la calidad del sistema.
• Elegibilidad y revocabilidad de los órganos de gobierno de la Universidad ¡Control democrático de la gestión! La única forma de garantizar el uso correcto de los recursos es una transparencia total, la capacidad de revocar en cualquier momento a quienes no cumplen su programa, y que las decisiones fundamentales estén bajo control democrático de todos los estudiantes y trabajadores de la universidad.
• ¡Fuera las empresas de la universidad! La universidad pública no es un negocio, nadie debe lucrarse a su costa. Los servicios deben ser públicos y el beneficio que generen debe revertirse en los intereses de la universidad y del conjunto de la sociedad, no para unos pocos. Externalizar servicios contribuye a la precariedad laboral y empeora profundamente los servicios de la universidad.
• ¡Reapertura de los espacios e instalaciones cerradas por falta de recursos! Reapertura de bibliotecas, cafeterías, aulas y demás espacios cerrados por los recortes.
• ¡Fuera las capillas de la universidad pública!
La religión es una opción privada que no debe financiarse con dinero público.
• ¡Abono transporte especial para estudiantes!¡Restauración de los autobuses de Moncloa a Somosaguas!
En estos años hemos vivido una oleada de movilizaciones que demuestran que sí se puede hacer frente a los recortes. Lo hemos comprobado con la lucha de los vecinos de Gamonal, con la Marea Blanca que frenó la privatización de 6 hospitales, con los barrenderos de Madrid que echaron atrás 1.100 despidos; o con los trabajadores de Coca-Cola, que han impedido a la multinacional desmantelar su fábrica y han logrado que se declare nulo el ERE que la empresa ha impuesto.
Aceptar punto por punto los planes de ajuste, administrar los recortes, fomentar la externalización y dar cobertura a los intereses de las empresas privadas que hacen de la Complutense un lucrativo negocio para unos pocos, no es defender la UCM. Queremos representantes que usen sus posiciones para defender a los estudiantes y trabajadores de la facultad, negándose a aplicar los recortes, e impulsando la movilización y la defensa de lo público.
Para lograr todos estos propósitos creemos que la mejor opción es organizarnos y preparar una respuesta unificada de toda la comunidad educativa. Para ese propósito te invitamos a unirte al Sindicato de Estudiantes y que juntos defendamos la universidad pública y un futuro digno para la juventud.