images¡ENCERRANDO NO SE EDUCA!

Jueves 18 de Diciembre a las 13:30 horas en el aula 2532 de la Facultad de Educación

Miles de jóvenes sobreviven privados de libertad en estos centros. En el Estado español, un menor de edad puede perder la libertad por intervención judicial, al ordenarse su ingreso en un centro de reforma o por decisión administrativa siendo internado en un centro terapéutico o en instituciones del sistema de protección de menores. Ambos tipos de centros funcionan como verdaderas cárceles.

Se trata de dos caras de la misma moneda: la criminalización y la psiquiatrización de la pobreza. Se intenta dar así una respuesta individual a los problemas sociales que genera el capitalismo, responsabilizando a estos menores de los problemas que sufren y eliminando así la responsabilidad del modelo social en el origen de los mismos (la inmensa mayoría de los menores privados de libertad sufren la exclusión social). Desde el Sindicato de Estudiantes consideramos que es imposible educar y socializar desde la estigmatización y el aislamiento social que implica el encierro. Es imposible socializarse al margen de la sociedad. Esta es la tesis defendida desde hace décadas por las ciencias sociales, la psicología y la psiquiatría. De hecho en el caso de los menores de edad las consecuencias derivadas del encierro son especialmente graves, al estar conformándose la personalidad del sujeto.

A pesar de que la denuncia hacia estos centros por parte de nuestra organización y otros colectivos logró en 2009 la publicación de un informe del Defensor del Pueblo en el que se confirmaba lo que ya era un secreto a voces gracias a la movilización social: que en estos centros se vulneran sistemáticamente los derechos humanos (celdas de aislamiento, malos tratos físicos y psicológicos, camisas de fuerza químicas a base de psicofármacos...) Estos hechos fueron corroborados por Amnistía Internacional y finalmente varios centros fueron cerrados y se realizaron algunos cambios superficiales, pero la situación sigue siendo muy parecida.

Ante esta situación, desde el SE consideramos necesario un debate sobre los sistemas de protección de menores y justicia juvenil, apostando por la prevención de la intervención comunitaria a todos los niveles, también en salud mental. Así como consideramos imprescindible la creación de la especialidad en psiquiatría infanto-juvenil. Por este motivo animamos a todos a participar en el acto que celebraremos en la Facultad de Educación el jueves 18 de Diciembre para conocer de esta forma la realidad que afecta a muchos jóvenes encerrados y exigir el cierre inmediato de estos centros.

- Por la titularidad y gestión pública de todos los centros hasta su cierre definitivo.
- Ninguna medida de privación de libertad sin tutela judicial.
- Respeto a la legislación internacional en la materia (prohibición de las penas de aislamiento y cualquier castigo cruel, inhumano o degradante; facilitar el contacto del menor con la comunidad)
- Respeto a la Ley de Autonomía del Paciente (prohibición de la medicación forzosa)
- Fin de la opacidad. Libre acceso de instituciones independientes a los centros.

¡POR UNOS SERVICIOS SOCIALES PÚBLICOS, DEMOCRÁTICOS Y DE CALIDAD!

¡ENCERRANDO NO SE EDUCA!