El anuncio por parte de la Comunidad de Madrid de autorizar para este curso escolar la instalación de un centro privado-concertado religioso vinculado a la secta ultracatólica Comunión y Liberación ha causado un profundo malestar entre la población de Parla.
En este momento Parla es uno de los municipios de todo el Estado más castigado por la crisis: 16.000 parados (3.600 con más de dos años de permanencia), 25.000 personas por debajo del umbral de la pobreza (3.800 lo están en pobreza severa), 800 desahucios abiertos, son sólo unos datos de la situación socio económica que caracterizan a nuestra ciudad.
Para el PP la única asistencia que merece la población de Parla es la espiritual. Por eso, aunque nos dicen que para resolver los acuciantes problemas sociales descritos no hay dinero, para evangelizar a nuestra ciudad el dinero aparece de repente de donde haga faltar.
No están dispuestos a desarrollar una política de becas de libros o extender los comedores escolares aún cuando es más necesario que nunca. Para la derecha es más “rentable” y necesario conceder el dinero público al negocio privado de la educación.
Mientras todos conocemos el escándalo de las becas universitarias, la falta de plazas y medios en la FP con miles de jóvenes que no podrán acceder a ella, el aumento vertiginoso de las tasas tanto en la Formación Profesional como en la Universidad, cuando tenemos un centro, el Teresa de Calcuta, cuyas obras se están desarrollando por fases y no tienen prevista la construcción del Centro Público número 22 en el mismo barrio de las Américas, no tienen empacho alguno en autorizar y promocionar con la consiguiente sangría económica para la educación pública, la construcción de un centro escolar privado que se va a financiar con lo que van a dejar de recibir los colegios públicos.
Como ya pasó con el resto de servicios públicos la derecha quiere hacer negocio de la necesidad general. La ejemplar lucha de la Marea Blanca impidió la privatización de 6 hospitales, entre ellos el de Parla. Una lucha vecinal dura está plantando cara a la privatización del agua en Alcazar de San Juan o la lucha de los vecinos del barrio de Gamonal en Burgos son ejemplos de cómo se puede parar esta nueva agresión.
La actitud decidida mantenida por los vecinos en estas movilizaciones, así como la de los barrenderos de Madrid y otros sectores en lucha es la que tiene que marcarnos el camino para frenar este despropósito. Por eso, aunque la Consejera Lucía Figar ha afirmado que no espera grandes problemas para la apertura de este centro ultra, la movilización de toda la ciudad puede echar por tierra todos sus planes de paulatina privatización del sistema educativo.
Es por eso que desde el Sindicato de Estudiantes es necesario levantar un importante movimiento vecinal de oposición a esta obra. Para ello CCOO, UGT, las asociaciones de vecinos y los partidos de la izquierda, junto con la juventud en lucha, debemos organizar lo antes posible una manifestación de protesta para exigir una política en beneficio de nuestra ciudad, y no de los intereses de la jerarquía de la Iglesia Católica. Acompañada de una Huelga General educativa para evitar este atropello.
Tabla reivindicativa:
- No más recorte de plantillas de profesores en los centros públicos. Reincorporación de los despedidos.
- Reinversión del dinero recortado en los presupuestos de educación en los últimos años.
- Gratuidad de la enseñanza a todos los niveles educativos.
- Conclusión ¡ya! del Teresa de Calcula.
- Construcción inmediata del centro público 22.
- Apertura de comedores escolares y planes concretos de alimentación para los niños en la escuela.
- Construcción de Escuelas Infantiles.
- Elaboración de un plan de inversiones en infraestructuras educativas ejecutadas por los parados de Parla.
- No al centro privado concertado católico. No más dinero publico para la enseñanza privada.
- Por una enseñanza gratuita, democrática, laica y de calidad.
- ¡Por una huelga general de la comunidad educativa en Parla! ¡Paremos este nuevo ataque!