Este último curso las matriculas universitarias se han incrementado en un 66% para los grados y en un 130% para los postgrados (master), tal y como ha reconocido el Rector de la UCM José Carrillo. Al mismo tiempo, los requisitos para obtener una beca se han endurecido con la finalidad de hacerlas cada vez más inaccesibles, continuando una política que busca expulsar económicamente a los jóvenes de familias trabajadores con menos recursos. Quieren convertir el acceso a estudios universitarios en un auténtico privilegio, retrotrayéndonos a la situación que se vivía durante la dictadura franquista o en los años 70, cuando sólo un 3 % de los jóvenes accedían a los estudios universitarios.
El Ministerio de Educación no resolvió los primeros expedientes de solicitud de becas hasta mediados del mes de Abril, dejando, ya a finales del curso académico, a miles de estudiantes sin beca, y abocados a su expulsión de la Universidad. La UCM decidió entonces, en el mes de Mayo, anular el acceso al campus virtual de los estudiantes que no habían abonado las tasas, expulsándolos fulminantemente de la Complutense.
A raíz de esta actuación inaceptable y situación de absoluta indefensión, se dio inicio al encierro y la lucha llevada a cabo por los estudiantes de la UCM. Gracias a la presión el Rectorado ha facilitado el fraccionamiento de los pagos, sin que se resuelva el problema de fondo, la expulsión de más de 3.000 estudiantes de la UCM por carecer de suficientes recursos económicos para afrontar las encarecidas tasas. El Rector ha planteado la posibilidad de crear un fondo extraordinario de ayuda para los estudiantes más necesitados, pero aclarando que no pueden perdonar la “deuda”, ya que sería ilegal que la Universidad renunciara a cobrar lo que se le adeuda. Como ocurre con los desahucios, la sanidad o la educación públicas, vemos el cinismo del que hacen gala las Instituciones. Mientras los capitalistas son rescatados, los estudiantes son expulsados por carecer de medios para pagar las abusivas tasas universitarias.
Desde el Sindicato de Estudiantes nos hemos solidarizado desde el primer momento con los estudiantes afectados, participando en las primeras reuniones que dieron como consecuencia el encierro posterior y participando reiteradamente en diferentes asambleas que se han ido produciendo en los siguientes días.
Por oto lado queremos denunciar el comportamiento del Rector de la Universidad, José Carrillo, que en vez de apoyar a estos estudiantes de forma incondicional y encabezar la lucha en defensa de la Universidad Pública, contra los despidos, los recortes, y la falta de financiación de la Comunidad de Madrid, cumple su papel institucional echando balones fuera, y planteando que la responsabilidad de esta situación es del Gobierno de la Comunidad de Madrid y del Ministerio de Educación, y no ofreciendo la alternativa que necesitan los 3.000 jóvenes pendientes de expulsión por no tener dinero.
Decir a los estudiantes que busquen fuentes de financiación para poder pagarse sus estudios resulta una auténtica burla, cuando, aparte de sufrir un 60% de paro juvenil, entre otras cosas, existe un fondo en los presupuestos de la UCM de 86.000 euros para abonar las dietas a los miembros del Consejo Social, entre los que se encuentra miembros de grandes empresas como El Corte Ingles o Telefónica. Resulta esperpéntico que no haya posibilidad de ayudar económicamente a los alumnos que no pueden pagar sus matrículas, y si haya fondos para pagar dietas a grandes empresarios.
Al margen de su papel en lo que se refiere a los presupuestos de la UCM, y siendo cierto que la Comunidad de Madrid esta ahogando a las Universidades Públicas habiéndoles sustraído el 75% de su financiación, lo que sí puede hace el Rector es encabezar y ayudar a organizar la movilización para tumbar esos recortes, exigiendo al Gobierno de la Comunidad de Madrid una financiación adecuada para tener una Universidad pública y de calidad, comenzando por apoyar activamente a los estudiantes en lucha contra su expulsión de la Universidad por carecer de recursos económicos, y negándose públicamente a expulsar a ningún estudiante por estos motivos. El Rector debe posicionarse, ¡¡o esta con lo que luchan o con los que recortan!!
Desde el Sindicato de Estudiantes exigimos que ningún alumno sea expulsado de la UCM, garantizándose precios asequibles e incluso la completa gratuidad de la matrícula para aquellos estudiantes que carezcan de ingresos para hacer frente a las tasas. Asimismo denunciamos al Ministerio de Educación y al Gobierno de la Comunidad de Madrid y su política criminal para acabar con la Universidad Pública, exigiendo la devolución a las universidades madrileñas de los recursos que le han sido robados, así como el incremento de las becas para garantizar el acceso a la educación universitaria de las familias trabajadoras.
En este año la lucha en defensa de la educación pública ha sido un auténtico hito, habiendo conseguido hasta el momento retrasar la aprobación de la LOMCE. Esta lucha debe continuar durante el próximo curso hasta conseguir la retirada de la contrarreforma educativa, la dimisión del Ministro y la devolución de los miles de millones de euros robados a la educación pública universitaria y no universitaria. Para ello es necesario unificar los conflictos, así como la lucha de todos los sectores educativos, golpeando con contundencia, tal y como ocurrió en la histórica huelga educativa vivida el pasado 9 de Mayo.
Por ello desde el Sindicato de Estudiantes hemos propuesto a la Plataforma Estatal por la Escuela Pública, integrada por CCOO, UGT, STES, CGT y CEAPA, la necesidad de comenzar el curso con una nueva Semana de Lucha en los primeros compases del mes de octubre, con una Huelga General de toda la comunidad educativa de 72 horas, desde infantil a universidad, y profesores, estudiantes, padres y madres conjuntamente. Tenemos fuerza para frenar los recortes y para tumbar a este Gobierno. ¡¡Sí se puede!!