Hace exactamente un año, la Comunidad de Madrid aprobaba unas instrucciones que suponían el mayor ataque hasta la fecha a la educación pública. El despido de 3.200 profesores interinos, la supresión de las horas de tutoría, la masificación en las aulas, llegando a darse clases de hasta 57 alumnos (como ocurrió en el IES Pintor Antonio López de Tres Cantos, aunque la dirección rápidamente hizo dos clases para evitar tal hecho) supusieron  la punta de lanza de los ataques que el gobierno del PP emprendería tras la victoria electoral. La contrarreforma educativa  y los recortes de miles de millones lanzados por el ministro de educación, José Ignacio Wert, son la aplicación de la política educativa madrileña a nivel estatal. El desmantelamiento  de lo público en beneficio de lo privado, la expulsión de miles y miles de estudiantes de familias trabajadoras se extienden ahora al conjunto del Estado.

 

 

La comunidad de Madrid, sin embargo, sigue a la cabeza de estos ataques. Lucía Figar, Consejera de Eduacación, ha  anunciado la eliminación de 26 modalidades de bachillerato en los Institutos públicos de la comunidad. Se trata, según ella, de cumplir el decreto del ministerio de educación.

La eliminación de las modalidades supone un ataque brutal a los estudiantes madrileños, poniendo trabas a la libertad de los estudiantes a elegir nuestros estudios, reduciendo la oferta formativa drásticamente; supone aumentar las tasas de abandono en bachillerato y, unido a la imposición de tasas en la FP madrileña (250 euros),  es un paso más para aumentar el abandono escolar en la Comunidad de Madrid entre los jóvenes que tenemos más dificultades económicas, algo que se ve claramente al ver que el mayor número de los bachilleratos eliminados se concentran en el sur de la comunidad, las zonas obreras de la ciudad. El caso más grave es el del IES Jimena Menéndez Pidal, de Parla, que pierde todas sus modalidades de bachillerato, el IES Luis Buñuel en Leganés pierde la modalidad del bachillerato de Ciencias, como el IES Federica Montseny en Fuenlabrada. Y así una larga lista de centros que se quedan sin bachillerato. Esto supondrá en la práctica que los  estudiantes que  quieran continuar sus estudios por la rama que ellos desean, se ven obligados a desplazarse pero, sobre todo, que teniendo en cuenta el disparatado y continuo aumento de los precios del transporte en Madrid, muchos estudiantes verán limitadas sus posibilidades de estudiar bachillerato y de elegir aquel que más les interesa.

LA LUCHA SIRVE, LA LUCHA SIGUE

Sin embargo, estos ataques se pueden parar. Así lo han demostrado en el  IES Dámaso Alonso que ha movilizado a toda su comunidad educativa para evitar la pérdida de las modalidades de bachiller. El miércoles 25 de Julio, también los compañeros  del IES San Blas se encerrarán a partir de las 18:00 en respuesta a las tasas impuestas por la comunidad en FP. La movilización es la única forma que tenemos de defender la educación pública. Sólo a través de la unificación de las luchas y la coordinación de las mismas conseguiremos que  la victoria de los compañeros del IES  Dámaso Alonso sea la de todos, y no se recorte ni una sola modalidad en la Comunidad de Madrid.