Jesús Vázquez sigue haciendo méritos para convertirse en el conselleiro de Educación más odiado en la historia de Galicia. Primero fue el decreto contra el gallego en las aulas, en un contexto en el que según los datos de del sindicato STEG, el 90% del alumnado en las ciudades está escolarizado en castellano. Este decreto fue respondido masivamente con varias manifestaciones de masas y una huelga general en todos los centros de estudios muy exitosa.

Y otra vez, cuando llega el final del curso y la respuesta de los profesores y los estudiantes es casi imposible, la Xunta vuelve a la carga con multitud de decretos contra la educación pública gallega.

Conversión de IES en centros integrados de FP, incremento del horario lectivo del profesorado, reducción del número de docentes, cierre de ciclos formativos en las zonas rurales, el endurecimiento de las reglas de permanencia en la Universidad de Santiago de Compostela... El denominador común de todas estas medidas es el mismo: recortar el gasto dedicado a la educación pública. Mientras tanto, los conciertos educativos o la enseñanza concertada no dejan de aumentar para llenar los bolsillos de los empresarios de la rama. Tal y como explicaba un padre de Ourense: "Es increíble, no pagamos a nuestros hijos los colegios caros, pero se los estamos pagando a los hijos de nuestros vecinos ricos" (El País, Galicia 07/04/2011)

Por supuesto, estos recortes ya están teniendo efectos: la supresión de libros de texto gratuitos o reducciones de comedores escolares. Y va a más. La reducción de profesorado va a empeorar las condiciones educativas de los hijos de los trabajadores.

Conversión de IES en CIFPs

A principios del verano, la Concellería aprobó un proyecto de decreto que convierte a siete institutos en Centros Integrados de Formación Profesional. Esta medida, que ya está causando movilizaciones (en A Coruña, por ejemplo) provocará el desplazamiento forzado de unos 2.000 estudiantes a otros centros, con la consecuente masificación que supondrá.

Endurecimiento de las normas de permanencia en la USC

Dentro de la política de expulsar a los hijos de los trabajadores de la Enseñanza Superior, el Gobierno de la Universidad de Santiago de Compostela ha aprobado un endurecimiento de las normas de permanencia, consistente entre otras medidas, en que a partir de ahora el "no presentado" en materia de una carrera adaptada a Bolonia, correrá convocatoria. De este modo, el estudiante tendrá que pagar una segunda matrícula, más cara que la ya costosa primera matricula. Por otro lado, el trabajo de fin de grado no podrá ser defendido si el estudiante no ha aprobado todas las asignaturas, por lo que muchos estudiantes tendrán que esperar un año más para poder graduarse.

Aumento del horario lectivo del profesorado y recorte de maestros.

De una forma dictatorial –desalojando de la Concellería por la fuerza a los representantes del profesorado- la Xunta viene de ampliar cuatro horas a la semana el horario lectivo del profesorado gallego. De hecho, la propuesta no busca otra cosa que dar satisfacción a las demandas de los empresarios del sector del transporte escolar. El incremento de horas dedicadas a la vigilancia de los alumnos “desde que llegan al centro en bus hasta que entran en clase, desde que salen hasta que suben en el “. Esta medida tendrá dos efectos: el primero es la reducción de unos miles de maestros, según denuncia la CIG. Y el segundo es el empleo del tiempo docente en tareas ajenas a la labor docente, con su correspondiente reducción en temas tales como las excursiones, bibliotecas, tutorías, clases de refuerzo fuera del horario lectivo o la imposibilidad de cubrir la sustituciones, etc. No hay duda de que esto empeorará la calidad de la enseñanza que reciben los hijos e hijas de los trabajadores en los centros de estudio.

Y por supuesto, el recorte de profesorado previsto tendrá consecuencias muy serias, en forma de recortes de clases de apoyo para luchar contra el fracaso escolar, la imposibilidad de sustituir al profesorado por baja médica, etc.

Un ejemplo especialmente duro de esto lo tenemos en el Colegio San Xoán de Ferrol, centro actualmente ocupado por los padres y madres de los alumnos en protesta por la situación que atraviesan. Este centro, que recibió varios premios por su trabajo en la integración social de los estudiantes con necesidades especiales, viene de sufrir una drástica reducción de los docentes en las manos de la Concellería. Se trata de un centro donde el 48% del alumnado de necesidades educativas especiales y en donde muchos provienen de familias en riesgo de exclusión social. Y, sin embargo, la Xunta decidió recortar para el curso que viene siete profesores, a pesar de que el centro contará con 18 alumnos más.

La  filosofía de fondo es clara: que estudie el que se lo pueda permitir, es decir, los hijos de los ricos. Frente a esto, el pasado 28 de junio, tuvo lugar una masiva manifestación de 15.000 docentes de toda Galicia, contra los ataques de la Concellería. Las medidas que los seis sindicatos de enseñanza convocantes plantearon, incluyen la convocatoria de una huelga general en la enseñanza a principios del curso escolar.

Desde el Sindicato de Estudiantes cogemos con las dos manos esta propuesta, que consideramos imprescindible para evitar un drástico deterioro de la educación pública. Nos ponemos ya a disposición de los sindicatos del profesorado para organizar una gran huelga general en la enseñanza el próximo curso y llamamos al conjunto del estudiantado del país a luchar con nosotros.