Como sucede en todas las comunidades autónomas, los recortes sociales en Navarra están siendo brutales. Pero estos recortes ya se empezaron a aplicar antes de que nos amenazasen con la ira de “los mercados” y la ruina absoluta. En concreto, en Navarra el descenso de la inversión en Educación se da, de manera clara, a partir de 2009.

Los países de nuestro entorno invierten hasta un 7% de su PIB en Educación, aquí no. Para más sonrojo mientras en el Estado español se invierte un 4,6% del PIB de media, Navarra se ha estancado en los últimos tres años en el 3,6%. Por supuesto, mientras tanto, la enseñanza privada cada año recibe más subvenciones del gobierno de Navarra, cuyo consejero de Educación, Iribas, es miembro de la secta fundamentalista católica Comunión y Liberación, como otros del PP.

Ante los recortes los profesores plantearon un calendario de movilizaciones en el que los momentos álgidos eran la manifestación de toda la comunidad educativa el 22 de octubre y la huelga general de la enseñanza del 27 del mismo mes. En un primer momento el calendario lo apoyaban todos los sindicatos presentes en la mesa sectorial. Posteriormente UGT, ANPE y otros minoritarios se descolgaron de la huelga, no de la manifestación.

Antes, el 6 de octubre, hubo una convocatoria de huelga estatal por parte del Sindicato de Estudiantes con un seguimiento importante entre los estudiantes de Navarra, que en la manifestación de Pamplona explicaron cómo les afectan los recortes que está habiendo. Por ejemplo, un estudiante del IES Ibaialde (FP Hostelería) denuncia que a veces tienen que llevar los ingredientes de casa para poder cocinar, profesores que deben dar clase de una asignatura para la que no están preparados y otras situaciones similares.

22 y 27 de octubre, marcha y huelga general en la educación pública


Las movilizaciones posteriores, sobre todo la magnífica manifestación del sábado 22 reflejan el rechazo masivo de los trabajadores y jóvenes navarros a estos recortes, que para nada van a solucionar la crisis que ha provocado el sistema capitalista y que, por el contrario, significan detraer recursos de los trabajadores para dárselos a quienes la han provocado. Más de 20.000 personas de todo Navarra recorrimos las calles de Pamplona bajo el lema “Por una educación pública de calidad / Hezkuntza murriezkatarik ez (no a los recortes en educación)”. Fue una manifestación combativa, con multitud de pancartas, colectivas e individuales, donde se palpaba cómo la unidad de la comunidad educativa frente a los ataques del gobierno los puede echar atrás.

El día 27 la huelga tuvo un seguimiento masivo. Según los sindicatos el 70% del profesorado la secundó, pero también fue apoyada ampliamente por los estudiantes en Secundaria, convocados por Ikasle Abertzaleak y el Ikasle Sindikatoa. La manifestación, de unas 5.000 personas, volvió a recorrer las calles de Pamplona, acabando frente al Parlamento de Navarra.

La lucha no debe acabar aquí. El 17 de noviembre las organizaciones de estudiantes vuelven a convocar otro día de movilización. Además, los recortes se van a profundizar tanto en educación, como sanidad, servicios sociales, etc. La sanidad comienza a movilizarse. En los hospitales han planteado privatizar el servicio de cocina, con la pérdida de calidad que eso conlleva. Había una oferta de empleo público de 167 plazas que la han reducido a 65, lo que ha provocado movilizaciones de los que se presentaban (más de 10.000) por la pérdida de tiempo y dinero que supone preparar las oposiciones. Los EREs en las empresas no cesan. Es decir, hay una oportunidad histórica para unificar las luchas de todos los sectores en Navarra y enfrentarnos todos a una a los ataques de los empresarios y sus gobiernos. Los dirigentes sindicales tienen la responsabilidad de organizar la enorme energía que padres, profesores, estudiantes y trabajadores en general, hemos demostrado que estamos dispuestos a emplear para defender lo que es nuestro, nuestras conquistas, lo que tanto esfuerzo nos costó conseguir y que nos intentan arrebatar los parásitos de siempre.