En los medios de comunicación se ha transmitido una visión distorsionada de la opinión de la comunidad educativa respecto a este plan. La unanimidad del consejo escolar no es tal, pues los estudiantes no votamos a favor del texto presentado.
Por eso queremos dejar claro que desde Ikasle Sindikatua-Sindicato de Estudiantes estamos radicalmente en contra de este plan, ya que es una concesión completa por parte del PSE al ideario reaccionario de la derecha española del PP, fruto del pacto antinatural que mantienen con éste, y que debemos recordar es rechazado por el 65% de los habitantes de Euskadi.
La “deslegitimación de la violencia” se ciñe únicamente a los atentados de ETA; adoptando de esta forma el punto de vista de la derecha, según la cual violencia es: ETA, las huelgas y los piquetes obreros, pero no la represión policial y las agresiones fascistas. En todo el documento no aparece ninguna referencia al terrorismo de Estado, no sólo del GAL, sino del que vivimos hoy en día como el practicado a través de la tortura en las cárceles (así denunciado por organismos como el Comité de Derechos Humanos de la ONU y Amnistía Internacional) y por supuesto tampoco se reconoce la brutal represión que padece la izquierda abertzale… De manera más general no hay ninguna mención a otras víctimas, en este caso las del sistema capitalista, y que se cuentan por millones: los 50.000 niños que mueren al día de hambre y enfermedades curables, los trabajadores muertos en laborales, los parados, los desahuciados…
Aunque nosotros siempre nos hemos mostrado en contra de los métodos de ETA, nos oponemos a que en vez de una explicación científica que permita formarse una opinión propia a cada estudiante se recurra a la “ilegitimidad moral” de “cualquier justificación o comprensión.”
La única forma de “educar para la paz y la democracia” es garantizando una educación pública de calidad realmente democrática y un futuro digno a los jóvenes al acabar los estudios, junto al respeto de los derechos democráticos de expresión, de organización y de autodeterminación. Y eso necesariamente pasa por la lucha contra el capitalismo y por una sociedad socialista. Esa sí sería una auténtica forma de educar a las futuras generaciones, libre de toda opresión y violencia y no recreando “zulos” en las aulas. Esto, en lugar de hacer concesiones al Partido Popular, es lo que debería hacer un gobierno que se reclama socialista.