http://sindicatodeestudiantes.org/images/fotosarticulos/logose_euskara_color.jpgSi la situación de la educación pública en el conjunto del Estado es lamentable, en la Comunidad Autónoma Vasca  la derecha vasca ha llevado hasta el último término la mezcla de recorte de derechos democráticos y de privatización de la enseñanza pública.
Política de derechas
 
El PNV lleva 30 años gobernando, sólo o en coalición,  a favor de los empresarios y banqueros. El servicio público de salud, Osakidetza, se encuentra en una situación precaria debido a que gran parte del dinero se destina a las clínicas privadas. Con las costosísimas obras del TAV-AHT millones de euros necesarios para gastos sociales irán a parar a los bolsillos de los empresarios de la construcción. Por lo tanto, no debería sorprendernos  que sea la CAPV la comunidad en la que los centros concertados están más implantados.
A la clase dominante vasca le interesa un determinado tipo de educación: necesita disponer de determinado  número de personas cualificadas para dirigir sus fábricas  y negocios,  por eso financia los institutos y universidades privadas. Estos, además de enseñar, son una fuente importante de beneficios y  como la mayoría son católicos cumplen la función adicional de adoctrinar ideológicamente. Para la educación pública tiene otros planes: desinversión y recorte de derechos. Pretenden así que  los jóvenes nos vayamos acostumbrando a los trabajos precarios que nos reservan y a mantener la boca cerrada.

Educación  publica

Según el EUSTAT, en el curso 2005-2006, se destinó entre un 3’7% y un 3’8% del PIB de la CAPV a la educación, 0’6 puntos menos que la media  del conjunto del  Estado, que no se distingue precisamente por su alto porcentaje en inversión. Comparando con los países de la Unión Europea la CAPV se situaría en el último puesto de % de PIB destinado a la enseñanza, detrás de Grecia. Ahora que  con la intención de convencernos de las bondades de los planes de Bolonia nos bombardean continuamente con la necesidad de la “igualación con Europa”, resulta paradójico ver como el Gobierno Vasco no tiene la más mínima intención de cumplir el objetivo Europeo de destinar para 2010 un 6% del PIB al gasto público en educación.
Además de la escasez de fondos, la educación pública tiene un poderoso enemigo en Euskadi: La educación privada concertada. Esta, que ya aglutina al 54 % de los estudiantes en las etapas obligatorias, se lleva una parte muy importante de lo poco que se destina a educación. Sin embargo, la patronal de los centros privados concertados , que recibe del Gobierno Vasco subvenciones de más de 500 millones de euros, partida con la que cubren  cerca del 60% de los gastos, no está satisfecha.  Siempre en busca de mayores beneficios, su exigencia de financiación completa de la red concertada va a ser satisfecha por el Gobierno Vasco para el 2012. Este vergonzoso acto lo justifican diciendo que se necesitan más recursos para poder lograr la euskaldunización de los alumnos, para el tratamiento de la diversidad  y para equiparar  los salarios de los profesores a los de la pública. Esta situación plantea inevitablemente la pregunta: ¿Si reclaman la equiparación de recursos, ¿renunciarán a las cuotas "voluntarias" y otras formas de financiación, que obligan a pagar a las familias que se ven obligadas a matricular a sus hijos en la educación concertada por no existir suficientes plazas públicas? ¡Por supuesto que no! Los empresarios de la educación concertada no solo no  dejaran de ganar dinero sino que verán aumentados sus beneficios ya que no tendrán que realizar ninguna inversión. Su gestión de los centros se limitara al transvase de dinero de las carteras de las familias a las suyas.

Desde Ikasle Sindikatua  estamos a favor de una genuina equiparación de las condiciones laborales, salariales y sindicales del profesorado de la privada-concertada con los de la pública y de la calidad y derechos democráticos de los estudiantes de la privada-concertada con los de la pública. Sin embargo, somos conscientes de que, mientras exista una doble red educativa, mientras la educación sea un negocio, la única "equiparación" posible será deteriorando la educación pública para beneficiar a los dueños de la concertada.  Nosotros defendemos la integración de la educación privada-concertada en la red pública y que sólo exista una red pública, universal, gratuita, científica, laica y de calidad.

En la Universidad  la situación no es muy diferente: Mientras que la universidad pública (UPV-EHU), que cuenta con la mayoría de los estudiantes, tiene enormes carencias se destina partidas millonarias a las universidades elitistas de Deusto y Mondragón. En el curso 2005, estas últimas, que cuentan  con el 20% de los estudiantes recibieron 4 millones de euros mientras que la UPV-EHU, con el 80%, recibió únicamente 10 millones. Por si fuera poco, ahora sufriremos los planes de Bolonia, que por supuesto, como planes privatizadores y elitizantes   de la educación que son, cuentan con el apoyo entusiasta del PNV.

Currículo  vasco

El PNV, fiel a su estilo, intenta distraer la atención de las cuestiones principales haciendo uso de su demagogia. Este es el caso del “la consulta popular”, la nueva versión del “plan Ibarretxe”,  que no tiene otro objetivo que el de darse una capa de rebeldía e independentismo para atraerse a los votantes de la izquierda abertzale y arrancarle alguna concesión al Gobierno Español en beneficio de la burguesía vasca. En el terreno educativo, pretenden mostrar el currículo vasco como algo progresista y avanzado que colocará  al euskera como  lengua principal y dará autonomía a los centros. Sin embargo basta saber que Kristau Eskola y la red de ikastolas privadas han sido sus impulsores para saber los intereses de quién beneficiará. Para la patronal de la educación privada el curriculum es simplemente  la excusa perfecta para aumentar sus beneficios.
 Nosotros defendemos el conocimiento y el uso del euskera por parte de la sociedad pero somos conscientes de que para ello son necesarias dos condiciones: en primer lugar un menor número de alumnos por clase para facilitar su estudio y práctica. En segundo lugar que la euskaldunización  no se limite a la educación, es decir, que se extienda a todo los ámbitos de la vida (trabajo, casa, ocio…) En los dos casos es imprescindible una gran inversión, en uno para construir más centros y contratar más personal y en el otro para financiar libros, películas, cursos…en euskera.
En los 30 años que lleva el PNV en el gobierno no la ha realizado  y no parece dispuesto a hacerlo ahora. A pesar de los recursos, técnicas y métodos actuales, incomparablemente mejores a los de las 2ª República, siguen siendo menos los que hablan euskera en Euskal Herria que los que había entonces (650.000 frente a 700.000) Su uso aún no se ha recuperado de la salvaje represión sufrida durante 40 años de dictadura franquista (en 1954 había  500.000).
Desde Ikasle Sindikatua abogamos por un modelo único en euskera. La idea reaccionaria de que esto provocaría el fin del castellano es absurda,  como demuestra el ejemplo de Catalunya, donde sólo hay un modelo único en catalán y todos saben hablar el castellano. Esto es debido a que la mayoría de revistas, videojuegos, cadenas de televisión… están en castellano.  
Sin embargo, somos  conscientes de que la adaptación a un modelo único en euskera  debería ser progresiva, acorde a las diferentes realidades lingüísticas de cada zona. Además El gobierno Vasco  debería ofrecer cursos gratuitos de integración para que los estudiantes (y sus padres) que desconocen el euskera, tengan todos los medios y facilidades para que puedan aprenderlo. Esto permitiría acabar de una vez por todas con la división de los trabajadores y de sus hijos por el idioma que hablen.
El otro punto fundamental del currículo es la autonomía de centros. Este modelo hará que cada centro adopte un plan de estudios distinto,  propiciando  la competitividad  y creándose centros de primera y segunda clase. Esto, unido a la desinversión existente en la pública podría ocasionar que los centros de esta se convirtieran en auténticos  guetos donde se situarían los estudiantes inmigrantes y de las familias de origen social inferior.

Derechos y Deberes

Previendo un aumento de las movilizaciones  en los institutos  ante el continuo empeoramiento de la educación,  el Gobierno Vasco ha aprobado una nueva Carta de Derechos y Deberes. Esta iniciativa no se reduce a nuestra comunidad pero si es una de las más duras si no la que más. En primer lugar se aprobó a espaldas de las organizaciones estudiantiles, sin negociación. Sus motivos tenían ya que es un claro retroceso respecto a la anterior, pues endurece las sanciones, limita el derecho de expresión y no recoge el de asociación y huelga.  Este último, que se nombra como “decisiones colectivas que adopten los alumnos y alumnas a partir del tercer curso de la educación secundaria obligatoria con respecto a la asistencia a clase” queda supeditado a lo que “establezca el propio centro en su ROF”. Todo indica a que el ROF (reglamento de organización y funcionamiento, las reglas del centro) se seguirá elaborando sin la participación estudiantil, quedando en manos del centro si podremos ejercer nuestro derecho a huelga. Pero ahí no acaba la cosa. Los profesores y directores podrán decidir las prendas y artículos personales que se pueden llevar al instituto. Dentro de las medidas correctoras se incluyen las de privar de comedor o transporte escolar al alumno que haya cometido la falta.
Fruto de las movilizaciones llevadas a cabo por Ikasle Sindikatua el pasado curso  conseguimos que se echaran atrás algunos  de los puntos más vergonzosos , como uno que permitía sancionar a un alumno que había ocasionado un desperfecto… sin intención(!). Aún así,  esto no rebaja el profundo recorte de derechos que constituye este nuevo decreto. La situación es incluso peor en los centros privados concertados, que no reconocen  los derechos democráticos de los estudiantes.
Esta situación no se reduce a los institutos. En la universidad también se han tomado medidas como poder expulsar a un alumno de la carrera por romper el ritmo normal de las clases, es decir, por hacer huelga. Esto en un momento en que cada vez más estudiantes universitarios se posicionan en contra de Bolonia a medida que empiezan a saber de qué se trata.

¡Tenemos  que responder!

Si todos estos ataques se han desarrollado en un periodo de estabilidad es de suponer que en un periodo de crisis como el actual se intensifiquen. Los capitalistas, al igual que intentarán exprimir más a los trabajadores, como con la directiva de las 60 horas semanales, también trataran de mantener sus beneficios  reduciendo el gasto en educación. No podemos permitir que  un derecho como es  la educación se trate como un lucrativo negocio. Detener esta situación exige una respuesta contundente por parte de la juventud y como demuestran los 22 años de la historia de nuestra organización sólo mediante la movilización en la calle se puede lograr la victoria. Por esta razón convocamos dos jornadas de huelga en todo el estado el día 22 de octubre y el 13 de Noviembre  y hacemos un llamamiento a todas las organizaciones de izquierda de Euskadi, especialmente a Ikasle  Abertzaleak por su carácter estudiantil, a convocar conjuntamente.