Usurpar las siglas históricas del Sindicat d´Estudiants, NO
Estimados compañeros
Hemos tenido conocimiento de la reciente fusión de dos organizaciones, CEPC i Alternativa Estel (AE), bajo el nombre de “Sindicat d’Estudiants dels Països Catalans”. Como resulta evidente para cualquier persona se trata de una descarada usurpación de las siglas de otra organización estudiantil, el Sindicat d’Estudiants.
Un nombre no es algo formal y sin importancia. En nuestro caso concreto representa una trayectoria, una tradición, un programa, una bandera de lucha para millones de jóvenes y también trabajadores. El Sindicat d’Estudiants es producto del sacrificio y la dedicación de miles de personas, de varias generaciones, que han creído en la viabilidad de una organización estudiantil revolucionaria e internacionalista, que vincula la lucha de la juventud y de los estudiantes por unas condiciones de estudio y de trabajo dignas con la necesidad de derrocar el capitalismo. Al principio, la gran mayoría de “analistas” y “sociólogos” pronosticaban muy poca vida al Sindicat d’Estudiants. En el fondo de su alma creían que la juventud era incapaz de construir una organización estable y combativa, y menos aún una que se declarara abiertamente anticapitalista e inspirada en las ideas marxistas. Pero se equivocaron, y el hecho es que el Sindicat d’Estudiants es una organización sin la que no se podría entender lo que ha sucedido en el movimiento estudiantil de los últimos 20 años. El Sindicat d’Estudiants se ha convertido en una grave molestia para la derecha y para los reformistas (es decir, los dirigentes de organizaciones de izquierda que son a la vez defensores de este sistema capitalista caduco e injusto), y pese a toda la represión, la manipulación mediática y manejos de todo tipo no han podido quitarnos del mapa político. Al contrario, nos hemos fortalecido y hemos ganado, en la lucha del día a día, el respeto y el apoyo de la juventud y del movimiento obrero.
La mentira y el sectarismo son nefastos para el movimiento estudiantil y para la lucha. No ayudan a construir nada. La existencia de diferentes organizaciones y alternativas políticas en el movimiento estudiantil no debería ser una barrera para la unidad en la lucha. Desde el SE hemos propuesto continuamente la unidad de acción para luchar contra la derecha, y contra las medidas reaccionarias del Gobierno Zapatero (como la LOE, el mantenimiento de la LOU y la aplicación del proceso de Bolonia). En concreto, propusimos a la CEPC convocar conjuntamente contra la difunta Ley de Calidad, también para luchar contra la LOE (el 8 de noviembre y el 14 de diciembre, en que convocamos huelga, y el 17 de noviembre, en que la convocó, entre otros, la CEPC, y el Sindicato participó activamente a pesar de prohibírsenos repartir material). También buscamos la unidad en la lucha para responder a la agresión fascista de un compañero de la Universidad de Valencia, el 9 de marzo. Lamentablemente, muchas veces hemos chocado con sectarismos, acusaciones nunca probadas, y métodos estalinistas, antidemocráticos, de imposición, por parte de personas que pretenden ser muy radicales pero que rehuyen los debates democráticos. Su falta de confianza en sus propias ideas les obliga a calumniar, crear confusión y evitar una lucha conjunta que dejaría a la vista de amplios sectores la debilidad de sus argumentos. Personas así no pueden jugar ningún papel positivo en ninguna organización que se llame de izquierdas. Si nos atenemos a los hechos, no hemos tenido ninguna respuesta positiva a estos intentos de unidad en la lucha con la CEPC; el 17 de noviembre y el 11 de mayo, en las manifestaciones contra el proceso de Bolonia, que convocó una Plataforma Mobilitzadora en Defensa de la Universitat Pública, no fuimos invitados a participar; en la lucha contra la agresión fascista en la Universidad valenciana, antes comentada, la CEPC rechazó la unidad de acción, oponiéndose a reaccionar rápidamente y con una asamblea ante ese hecho, cosa que tuvo que hacer el Sindicat en solitario. Mucho más grave fue la agresión física a compañeros del Sindicato en la Universitat Autònoma de Barcelona (el 11 de noviembre de 2004) realizada por elementos vinculados a Alternativa Estel. Pensamos sinceramente que estos métodos gangsteriles y sectarios sólo pueden favorecer a la reacción, y no deberían tener cabida en organizaciones que se consideren de izquierdas.
Nosotros, por supuesto, no exigimos a nadie que esté de acuerdo con nuestros planteamientos, lo que no vamos a permitir es que nadie engañe al movimiento estudiantil presentándose como Sindicat d’Estudiants cuando no lo es. Independientemente del motivo que haya llevado a la dirección de CEPV i AE a tomar esta decisión, la utilización fraudulenta de nuestro nombre es una agresión a nuestra organización y una estafa al movimiento estudiantil. ¿A qué intereses responde crear confusión entre estudiantes y trabajadores? ¿O acaso se puede negar, después de una historia de 20 años y de una intensa actividad, que el Sindicat d’Estudiants tiene presencia en Cataluña, País Valenciano y las Islas, que tiene ideas y métodos definidos, que tiene una trayectoria y un perfil con los que, obviamente, se puede discrepar, pero que son absolutamente claros y respetables por cualquiera que se llame de izquierdas? Tenemos la certeza que muchos militantes o simpatizantes de CEPC i Alternativa Estel no quieren compartir la vergüenza de intentar (en vano) aumentar su espacio en el movimiento estudiantil mediante la suplantación de siglas y la confusión.
Durante años hemos tenido que combatir mentiras como que el Sindicat d’Estudiants es “españolista” o “del PSOE”. Eso no es más que un intento de elementos sectarios de tratar de encubrir su falta de argumentos y rehuir un debate franco y abierto, en el que tendrían mucho que perder. Cualquier estudiante independentista honesto puede acceder al material que el Sindicat d’Estudiants divulga en institutos y facultades y verá cómo somos diametralmente opuestos al españolismo, cómo no tenemos nada que ver con el reformismo ni dependemos de ningún aparato burocrático. Verá que defendemos el derecho a la autodeterminación, que nos posicionamos pública e insistentemente contra la ley de partidos, que nos opusimos a la ilegalización de la izquierda abertzale. Eso sí, también verá que defendemos que la lucha contra la opresión nacional no se puede llevar a la práctica desligada de la lucha revolucionaria por la transformación social; que el derecho a la autodeterminación no significa defender automática y obligatoriamente la creación de más fronteras nacionales (de hecho defendemos la supresión de los Estados nacionales); que la lucha contra la opresión nacional se tiene que llevar de forma completamente independiente y opuesta a los intereses de la burguesía de la nación oprimida (muy bien representada por CiU, PNV, etc.); que defendemos la unidad de la lucha estudiantil y de la clase obrera por encima de las diferencias nacionales. No nos limitamos a organizarnos en el ámbito de Catalunya, País Valencià i Les Illes. En Madrid, en Sevilla y en Ferrol el Sindicat d’Estudiants pega carteles para defender el derecho a la autodeterminación de Euskal Herria. El Sindicat d’Estudiants ha estado en Francia apoyando la lucha estudiantil, en Venezuela apoyando la revolución bolivariana. Hemos realizado numerosos actos de solidaridad. Somos internacionalista en la práctica, no sólo de palabra. Es legítimo estar en contra de nuestras ideas, pero es pura mentira decir que somos “españolistas” o difamaciones por el estilo.
En todo caso, si nos hemos ganado una autoridad política en el movimiento estudiantil es gracias a estas ideas. Estamos totalmente seguros de que muchos jóvenes independentistas las ven con simpatía y en todo caso, nos ven, correctamente, en el mismo lado de la barricada, como gente con la que se puede luchar, unidos, contra el enemigo común: el imperialismo y la burguesía, sea cual sea el origen nacional de ésta. Los que piensen así están en lo cierto.
Por supuesto respetamos la legitimidad de cualquier organización a luchar por su implantación. No hace falta ni decirlo. Pero con sus siglas, con su nombre, no con el nuestro. No vamos a dejar que usurpen nuestro nombre. La dirección de CEPC i Alternativa Estel deben rectificar. En caso contrario lanzaremos una amplia campaña de denuncia en todos los institutos y facultades, en toda la Comunidad Educativa y en el movimiento obrero, vecinal y popular. Asimismo vamos a utilizar a fondo lo medios legales que nos amparen para hacer frente a lo que no puede calificarse de otra manera más que de robo. Emprenderemos acciones legales contra cualquier grupo o individuo que utilice nuestro nombre de manera fraudulenta.
Nuestro ofrecimiento antes, ahora y siempre es: lucha, unidad de acción, debate democrático, respeto a las ideas de las demás organizaciones, total libertad de expresión. Quien tenga algo que decir, quien tenga voluntad de aportar a la lucha, no tiene nada que temer. A quien sólo le interese su prestigio y su chiringuito la mentira y la confusión es su medio natural.
Llamamos a todos los militantes honestos, serios, revolucionarios, de CEPC y AE, a luchar contra estas maniobras, a no equivocarse de enemigo, a defender sus propias ideas en el movimiento y a respetar las ideas de quienes estamos en la misma lucha. Los próximos meses y años van a ser importantes para el movimiento estudiantil, no sólo por los ataques a la enseñanza pública (LOE, proceso de Bolonia, etc.), sino porque la mayoría de estudiantes y trabajadores están aprendiendo que dentro de este sistema no hay salida, ni para la opresión nacional, ni para la explotación. Frente a esta situación urge movilizarse conjuntamente, manteniendo cada organización su libertad de expresión, y no dividir las fuerzas. Pero para esto es imprescindible rechazar cualquier tipo de maniobras, de confusionismo, de calumnias, y confiar en el debate democrático de ideas.
Estamos seguros que nuestro empeño en defender nuestros derechos es también el de defender un movimiento limpio de maniobras sucias y por lo tanto un movimiento más fuerte y más capaz para afrontar la lucha por una educación pública, laica, científica y gratuita y una sociedad socialista, sin ningún tipo de opresión social y nacional.
Sindicat d´Estudiants
Julio 2006
EN CATALÁN
Estimats companys
Hem tingut coneixement de la recent fusió de dues organitzacions, CEPC i Alternativa Estel (AE), sota el nom de “Sindicat d'Estudiants dels Països Catalans”. Com resulta evident per a qualsevol persona es tracta d'una descarada usurpació de les sigles d'una altra organització estudiantil, el Sindicat d'Estudiants.
Un nom no és una cosa formal i sense importància. En el nostre cas concret representa una trajectòria, una tradició, un programa, una bandera de lluita per a milions de joves i també treballadors. El Sindicat d'Estudiants és producte del sacrifici i la dedicació de milers de persones, de diverses generacions, que han cregut en la viabilitat d'una organització estudiantil revolucionària i internacionalista, que vincula la lluita de la joventut i dels estudiants per unes condicions d'estudi i de treball dignes amb la necessitat de derrocar el capitalisme. Al principi, la gran majoria d’analistes i sociòlegs pronosticaven molt poca vida al Sindicat d'Estudiants. En el fons de la seva ànima creien que la joventut era incapaç de construir una organització estable i combativa, i menys encara una que es declarés obertament anticapitalista i inspirada en les idees marxistes. Però es van equivocar, i el fet és que el Sindicat d'Estudiants és una organització sense la qual no es podria entendre el que ha succeït en el moviment estudiantil dels últims 20 anys. El Sindicat d'Estudiants s'ha convertit en una greu molèstia per a la dreta i per als reformistes (és a dir, els dirigents d'organitzacions d'esquerra que són al mateix temps defensors d'aquest sistema capitalista caduc i injust), i malgrat tota la repressió, la manipulació dels mitjans de comunicació i maniobres de tota classe no ens han pogut treure del mapa polític. Al contrari, ens hem enfortit i hem guanyat, en la lluita del dia a dia, el respecte i el suport de la joventut i del moviment obrer.
La mentida i el sectarisme són nefastos per al moviment estudiantil i per a la lluita. No ajuden a construir res. L'existència de diferents organitzacions i alternatives polítiques en el moviment estudiantil no hauria de ser una barrera per a la unitat en la lluita. Des de l’SE hem proposat contínuament la unitat d'acció per a lluitar contra la dreta, i contra les mesures reaccionàries del Govern Zapatero (com la LOE, el manteniment de la LOU i l'aplicació del procés de Bolonya). En concret, vam proposar a la CEPC convocar conjuntament contra la Llei de Qualitat del PP, també per a lluitar contra la LOE (el 8 de novembre i el 14 de desembre, que vam convocar vaga, i el 17 de novembre, que la va convocar, entre altres, la CEPC, i el Sindicat va participar activament malgrat la prohibició feta de repartir material). També vam buscar la unitat en la lluita per a respondre a l'agressió feixista d'un company de la Universitat de València, el 9 de març. Malauradament, moltes vegades hem xocat amb sectarismes, acusacions mai provades, i mètodes estalinistes, antidemocràtics, d'imposició, per part de persones que pretenen ser molt radicals però que defugen els debats democràtics. La seva falta de confiança en les seves pròpies idees els obliga a calumniar, crear confusió i evitar una lluita conjunta que deixaria a la vista d'amplis sectors la debilitat dels seus arguments. Persones així no poden jugar cap paper positiu en cap organització que s'anomeni d'esquerres. Si ens atenim als fets, no hem tingut cap resposta positiva a aquests intents d'unitat en la lluita amb la CEPC; el 17 de novembre i l'11 de maig, a les manifestacions contra el procés de Bolonya, que va convocar una Plataforma Mobilitzadora en Defensa de la Universitat Pública, no vam ser invitats a participar; en la lluita contra l'agressió feixista a la Universitat valenciana, abans comentada, la CEPC va rebutjar la unitat d'acció, oposant-se a reaccionar ràpidament i amb una assemblea com a primer pas, cosa que va haver de fer el Sindicat en solitari. Molt més greu va ser l'agressió física a companys del Sindicat en la Universitat Autònoma de Barcelona (l’11 de novembre de 2004), realitzada per elements vinculats a Alternativa Estel. Pensem sincerament que aquests mètodes gangsterils i sectaris només poden afavorir la reacció, i no haurien de tenir cabuda en organitzacions que es consideren d'esquerres.
Nosaltres, per descomptat, no exigim a ningú que estigui d'acord amb els nostres plantejaments, però el que no podem acceptar és que ningú enganyi al moviment estudiantil presentant-se com Sindicat d'Estudiants quan no ho és. Independentment del motiu que hagi portat la direcció de CEPC i AE a prendre aquesta decisió, la utilització fraudulenta del nostre nom és una agressió a la nostra organització i una estafa al moviment estudiantil. A quins interessos respon crear aquesta confusió entre estudiants i treballadors? O potser es pot negar, després d'una història de 20 anys i d'una intensa activitat, que el Sindicat d'Estudiants té presència a Catalunya, País Valencià i les Illes, que té idees i mètodes definits, que té una trajectòria i un perfil amb què, òbviament, es pot discrepar, però que són absolutament clars i respectables per qualsevol que s'anomeni d'esquerres? Tenim la certesa que molts militants o simpatitzants de CEPC i Alternativa Estel no volen compartir la vergonya d'intentar (en va) augmentar el seu espai en el moviment estudiantil mitjançant la suplantació de sigles i la confusió.
Durant anys hem hagut de combatre mentides como que el Sindicat d'Estudiants és “espanyolista” o “del PSOE”. Això no és més que un intent d'elements sectaris de tractar d'encobrir la seva falta d'arguments i defugir un debat franc i obert, en el que tindrien molt a perdre. Qualsevol estudiant independentista honest pot accedir al material que el Sindicat d'Estudiants divulga en instituts i facultats i veurà com som diametralment oposats a l'espanyolisme, com no tenim res a veure amb el reformisme ni depenem de cap aparell burocràtic. Veurà que defensem el dret a l'autodeterminació, que ens posicionem pública i insistentment contra la Llei de Partits, que ens vam oposar a la il·legalització de l'esquerra abertzale. Això sí, també veurà que defensem que la lluita contra l'opressió nacional no es pot portar a la pràctica deslligada de la lluita revolucionària per la transformació socialista de la societat; que el dret a l'autodeterminació no significa defensar automàtica i obligatòriament la creació de més fronteres nacionals (de fet defensem la supressió dels Estats nacionals); que la lluita contra l'opressió nacional s'ha de portar de forma completament independent i oposada als interessos de la burgesia de la nació oprimida (molt ben representada per CiU, PNV, etc.); que defensem la unitat de la lluita estudiantil i de la classe obrera per damunt de les diferències nacionals. No ens limitem a organitzar-nos en l'àmbit de Catalunya, País Valencià i Les Illes. A Madrid, a Sevilla i al Ferrol el Sindicat d'Estudiants enganxa cartells per a defensar el dret a l'autodeterminació d’Euskal Herria. El Sindicat d'Estudiants ha estat a França donant suport a la recent lluita estudiantil, a Veneçuela donant suport a la revolució bolivariana. Hem realitzat nombrosos actes de solidaritat (per exemple, amb la Intifada o la lluita anti-apartheid). Som internacionalistes en la pràctica, no sols de paraula. És legítim estar en contra de les nostres idees, però és pura mentida dir que som “espanyolistes” o difamacions per l'estil.
En tot cas, si ens hem guanyat una autoritat política en el moviment estudiantil és gràcies a aquestes idees. Estem totalment segurs que molts joves independentistes les veuen amb simpatia i en tot cas, ens veuen, correctament, en el mateix costat de la barricada, com a gent amb què es pot lluitar, units, contra l'enemic comú: l'imperialisme i la burgesia, sigui quin sigui l'origen nacional d'aquesta. Els que pensen així no s’equivoquen.
Per descomptat respectem la legitimitat de qualsevol organització a lluitar per la seva implantació. No cal ni dir-ho. Però amb les seves sigles, amb el seu nom, no amb el nostre. No deixarem que usurpen el nostre nom. La direcció de CEPC i Alternativa Estel ha de rectificar. En cas contrari ens veurem en l'obligació de defensar-nos d’aquesta agressió amb una àmplia campanya de denúncia en tots els instituts i facultats, en tota la comunitat educativa i en el moviment obrer, veïnal i popular. Així mateix utilitzarem a fons els mitjans legals que puguem per a fer front al que no pot qualificar-se d'una altra manera més que d’un intent descarat i lamentable de robar-nos les nostres sigles. Emprendrem accions legals contra qualsevol grup o individu que utilitzi el nostre nom de manera fraudulenta.
El nostre oferiment abans, ara i sempre és: lluita, unitat d'acció, debat democràtic, respecte a les idees de les altres organitzacions, total llibertat d'expressió. Qui tingui quelcom que dir, qui tingui voluntat d'aportar a la lluita, no té res a témer. A qui només li interessi el seu prestigi i el seu quiosquet la mentida i la confusió és el seu medi natural.Cridem tots els militants honestos, seriosos, revolucionaris, de CEPC i AE, a exigir a la seva direcció a aturar aquestes maniobres, a no equivocar-se d'enemic, a defensar les seves pròpies idees en el moviment i respectar les idees dels qui estem en la mateixa lluita. Els pròxims mesos i anys seran importants per al moviment estudiantil, no sols pels atacs a l'ensenyament públic (LOE, procés de Bolonya, etc.), sinó perquè la majoria d'estudiants i treballadors estan aprenent que dins d'aquest sistema no hi ha sortida, ni per a l'opressió nacional, ni per a l'explotació. Enfront d'aquesta situació urgeix mobilitzar-se conjuntament, mantenint cada organització la seva llibertat d'expressió, i no dividir les forces. Però per a això és imprescindible rebutjar qualsevol tipus de maniobres, de confusionisme, de calúmnies, i confiar en el debat democràtic d'idees.
Estem segurs que el nostre interès a defensar els nostres drets és també el de defensar un moviment net de maniobres brutes i per tant un moviment més fort i més capaç d’afrontar la lluita per un ensenyament públic, laic, científic i gratuït i per una societat socialista, sense cap tipus d'opressió social i nacional.
Sindicat d´Estudiants
Juliol 2006