¡Todas y todos a las calles contra los tribunales franquistas y la reacción españolista!
Manifestaciones sábado 18 de diciembre: 11h Pg. Sant Joan amb Carrer València / 12h Arc de Triomf
La ratificación por parte del Tribunal Supremo de la sentencia del TSJC, que impone un 25% de castellano en las aulas, ha sido el pistoletazo de salida para una furibunda campaña neofranquista por parte de la reacción y sus medios de comunicación contra el catalán y los derechos democráticos del pueblo de Catalunya.
Estos tribunales copados de reaccionarios, no elegidos por nadie, determinan la agenda política tanto en Catalunya como en el resto del Estado. Da igual que la derecha españolista sea insignificante en el territorio o que no Gobierne en el Estado español. Siguen contando con este ejército de togas que representa el ADN de la reacción.
La reacción a la ofensiva contra el catalán con el aplauso del PSOE
El caso de la Escuela Turó del Drac de Canet de Mar es escandaloso. En P5A se ha aplicado el 25% de clases en castellano únicamente porque una familia militante de la derecha españolista (el padre fue en las listas de Ciutadans en 2019) lo ha pedido. Una medida completamente antidemocrática que ha provocado el rechazo masivo de las familias, del profesorado y de la población de Canet.
Inmediatamente, la derecha y la extrema derecha (PP, Vox y Cs) han salido exigiendo con vehemencia la aplicación del artículo 155 de la Constitución, acabar de nuevo con la autonomía de Catalunya y prohibir las manifestaciones en defensa del catalán. Como en los mejores tiempos de Franco. Para justificarlo, han lanzado junto a los medios de comunicación del régimen del 78, incluido el diario progre “El País”, una campaña propagandística de mentiras y calumnias.
¡Qué cinismo! Presentan la defensa de un derecho democrático como es el aprendizaje del catalán en la escuela como una situación de apartheid lingüístico y de nazismo. Precisamente ellos, los continuadores del franquismo, los que piden ilegalizar a los partidos políticos independentistas y “antisistema”, los que defienden encarcelar por sus ideas a independentistas, raperos y cualquiera que critique su régimen, ¡hablan de “persecución”!
El PSOE-PSC ha cedido nuevamente a las presiones de la reacción, señalando que la sentencia es firme y por tanto hay que ejecutarla, y anunciando su "condena al acoso" para justificar no asistir a la jornada reivindicativa del sábado en defensa del modelo de inmersión lingüística organizada para la plataforma Som Escola. Por su parte, el silencio de los ministros de UP vuelve a ser atronador, poniéndose nuevamente de perfil frente a una nueva ofensiva represiva de los tribunales franquistas y el régimen del 78.
Basta de ataques al modelo de inmersión lingüística
La lengua catalana se encuentra en situación de emergencia lingüística. Su uso en las escuelas y en general en la sociedad está retrocediendo de forma acusada.
Sólo usa el catalán habitualmente el 36% de la población y desde 2005 se han perdido medio millón de hablantes. Más del 35% no sabe escribirlo. En Barcelona, sólo lo emplean como lengua de conversación habitual el 25% de los jóvenes. En la escuela, los estudiantes que se dirigen al profesorado siempre en catalán ha pasado en 15 años del 56% al 39,4%, y quienes lo usan en las actividades en grupo del 65,8% al 21,4%.
El modelo de inmersión lingüística asegura el aprendizaje con garantías del castellano, como demuestra que la nota en las últimas pruebas de Competencias Básicas de 4º de ESO en Catalunya haya sido superior a la del catalán, y que la nota media de castellano en la selectividad sea superior a la de los alumnos de otras CCAA sin lengua cooficial.
La inmersión lingüística ha sido una reivindicación histórica de la clase obrera catalana. Su origen se encuentra en la formidable lucha de las familias trabajadoras de Santa Coloma de Gramenet, la mayoría castellanohablantes, que se movilizaron y levantaron un gran movimiento reclamando que el catalán fuera la lengua vehicular en la educación pública. La reivindicación del modelo de inmersión lingüística se enmarcaba en una lucha amplia por los derechos democráticos y contra la opresión social y nacional de la dictadura franquista, que se mantuvo después de la muerte de Franco y de la llamada “Transición”, al dejarse intacto el poder de quienes habían dirigido con mano de hierro el aparato estatal y económico durante 40 años.
El "conflicto lingüístico" del que hablan los tribunales, PP, Vox y Ciudadanos, y los representantes más casposos del PSOE, según el cual el castellano está arrinconado en las escuelas catalanas, es totalmente falso. La prueba más evidente es que los dictámenes del TSJC y del TS dan respuesta a una reclamación realizada únicamente por catorce familias. El pasado curso, sólo 23 familias pidieron la escolarización de sus hijos en castellano; de un total de 800.000 estudiantes entre primaria y secundaria.
El objetivo de la reacción es golpear al pueblo de Catalunya, que en los últimos años ha protagonizado movilizaciones históricas contra el régimen del 78 y por la república catalana, y tratar de azuzar la división de la clase trabajadora catalana en líneas nacionales fomentando el enfrentamiento sectario. ¡No lo permitiremos! ¡No lo conseguirán!
El Govern dice que no se puede hacer nada
La ofensiva contra el catalán y el modelo de inmersión lingüística presente en Catalunya desde hace más de tres décadas es una declaración de guerra contra los derechos democráticos por parte de aquellos partidos y tribunales que añoran los tiempos de la dictadura franquista. Minimizar este ataque es un grave error.
El conseller d’Educació Josep González-Cambray (ERC) ha afirmado que el Govern no tiene competencias para defenderse del ataque del TSJC y que se debe aceptar la aplicación del 25% de castellano en la escuela de Canet para proteger jurídicamente a los profesores. Esta supuesta preocupación por los docentes trata de ocultar el rechazo del Conseller a enfrentar la decisión del TS, algo que envalentonará aún más a la reacción. Junts ha pedido a Cambray que tome el control de la escuela, pero la realidad es que desde 2014 el Govern, incluyendo el President y la conselleria d’Educació de Junts, han acatado las sentencias del TSJC que han impuesto un 25% de castellano en las materias troncales de 80 escuelas.
Se plantea que no hay alternativa, o se centran las mismas en nuevas acciones judiciales o parlamentarias, como blindar al catalán mediante una nueva ley en el Parlamento. Pero cualquier iniciativa se volverá a encontrar con el mismo problema, la acción de un aparato del Estado al servicio de la reacción. Por eso, cualquier alternativa deberá ser impuesta mediante la lucha en las calles, mediante la huelga general de la comunidad educativa, poniendo en evidencia la rebelión de la inmensa mayoría ante esta nueva tropelía.
El problema es que la política de los dos partidos que integran el Govern es la misma: no enfrentar consecuentemente las imposiciones antidemocráticas del régimen del 78 para mantener la paz social que exigen la burguesía española y catalana. ¡Basta de aceptar los ataques de los tribunales franquistas y normalizar su represión! ¡Así no se acumulan fuerzas para continuar la lucha por la República!
Defendemos el catalán, luchemos por la república: ¡todas y todos a las calles!
Las políticas de austeridad aplicadas por la antigua Convergència han sido mantenidas por los gobiernos de coalición Junts-ERC. Pere Aragonès llegó a la presidencia prometiendo políticas de izquierdas, pero la realidad es nítida: ERC ha incumplido incluso las tímidas medidas progresistas incluidas en el acuerdo con la CUP y los presupuestos aprobados con los Comuns son continuistas y no revierten los recortes en los servicios públicos. Los recortes y las privatizaciones en la cultura y en la educación pública son causa directa del grave empeoramiento que vive la lengua catalana.
Por otra parte, ese porcentaje mínimo de catalán en las plataformas digitales que pide ERC en el PSOE y con el que justifica su apoyo a los presupuestos del Gobierno PSOE-UP, no supondrán ningún avance decisivo. De hecho, para empezar quedan fuera de este requisito los grandes gigantes del sector como Netflix, HBO, Amazon Prime y Disney+.
La única forma de defender la lengua catalana es luchar contra el poder de las multinacionales, cuyo afán de lucro privado nos condena al paro y a la precariedad, a la opresión machista y LGTBIfóbica, a la destrucción del planeta, y al aplastamiento de nuestros derechos democráticos y lingüísticos.
El Govern de JxC y ERC han dado la espalda a la movilización popular que el 1 de Octubre de 2017 voto masivamente a favor de la República, volviendo de nuevo a tender puentes con el Estado que nos ha respondido con la represion más dura, y otorgando en la práctica un balón de oxígeno al régimen del 78.
Sólo la lucha en las calles puede dar la vuelta a esta situación y frenar la ofensiva de la reacción españolista que estamos viviendo. La CUP y el conjunto de la izquierda combativa, los CDR, la base militante del ANC y Òmnium, los sindicatos combativos que apoyan la lucha por la república, así como los movimientos sociales que tanto han batallado contra la austeridad, tenemos la obligación de plantar cara. Para ello es necesario levantar un gran movimiento en las calles contra la represión y por la república.
Necesitamos impulsar una alternativa revolucionaria que una la defensa del catalán con la lucha por la liberación nacional y la transformación socialista de la sociedad. ¡Defendamos el catalán, luchemos por la República catalana socialista!
¡Todos a las manifestaciones del sábado 18!
Els carrers seran sempre nostres!
Desde Esquerra Revolucionària y el Sindicat d’Estudiants defendemos:
- Rechazo al dictamen del TSJC. Por una escuela pública, de calidad, gratuita, feminista y en catalán. Garantizar la vehicularidad del catalán.
- Plan de rescate para la enseñanza pública. Reversión inmediata de los recortes. Inversión del 7% del PIB. Reducción de ratios a 10 alumnos por clase en infantil y 15 en primaria y secundaria y contratación de 9.000 docentes.
- Cursos de catalán gratuitos para el conjunto de la población. Permisos laborales remunerados.
- Basta de recortes a la cultura. No a la privatización y a los precios abusivos, la cultura no es un negocio. Puesta en marcha de un fuerte sector cultural público con una inversión del 2% del PIB. Nacionalización sin indemnización de las grandes empresas editoriales y audiovisuales, así como salas de cine y teatros, para fomentar decisivamente la producción artística en catalán y garantizar el acceso gratuito al arte y la cultura.
- Apoyo firme a la literatura, teatro y música en catalán. Salas de ensayo y grabación gratuitas.
- Nacionalización de la banca para poner en marcha este plan de inversiones y asegurar un verdadero escudo social para acabar con la pobreza.