¡Derrotemos la ofensiva franquista! ¡Defendamos los derechos democráticos y la educación pública!
El Gobierno del PP se está planteando estos días intervenir la educación en Catalunya. El miércoles por la mañana aparecía Mariano Rajoy en la Cadena COPE (una de las emisoras de radio más reaccionarias del estado, perteneciente al grupo empresarial propietario de otros medios como el canal de televisión 13TV) defendiendo la necesidad de controlar que los alumnos catalanes puedan estudiar en castellano: "soy partidario de hablar el tema de la educación en castellano. Pronto en el Congreso de los Diputados trataremos la tarea de la inspección educativa". Esta medida forma parte del plan de aplicación del artículo 155 al sistema educativo catalán, una campaña que ya viene de semanas atrás cuando Albert Rivera abogaba por regular por ley la intervención de la educación catalana. La idea es crear una agencia inspectora dependiente del Ministerio de Educación que pueda controlar la revisión de los currículos, los libros de texto y los "derechos lingüísticos de los alumnos", y que actúe para evitar el peligro de "actuaciones vulneradoras por las administraciones educativas contrarias a la Constitución, la convivencia o los tratados internacionales".
El ataque a las políticas de inmersión lingüística es uno de los aspectos donde son más escandalosaslas mentiras del PP y Cs, avaladas ahora por el PSC, quien durante años defendió esas políticas almenos de palabra. La lucha porque centenares de miles de jóvenes, hijos de personas llegadas aCatalunya desde distintos lugares del estado español y del planeta, puedan aprender catalán en pie deigualdad con sus compañeros, hijos de padres nacidos en Catalunya, ha sido impulsada históricamentepor los propios inmigrantes y las organizaciones sindicales y políticas de la izquierda. Y combatida conuñas y dientes por la extrema derecha, que siempre intenta separar en líneaslingüísticas y nacionales.Estas políticas han servido para integrar a esos centenares de miles de personas en la sociedadcatalana y que una gran mayoría de ellas asuman el uso y la defensa del catalán como lengua propia. Comoexplicaba recientemente AbdoulayeFall, portavoz de la Coordinadora de Asociaciones de Senegalesesde Catalunya, “Este modelo educativo hace una aportación muy positiva al proceso de crecimiento denuestros hijos”. Fall recalcó que la inmersión y “no segregación lingüística” es una garantía deconvivencia para las personas emigradas. Por eso el PP y Cs, en su estrategia de sembrar la división yel enfrentamiento en el seno de la población catalana para intentar frenar un movimiento de masas queles ha puesto contra las cuerdas, intentan combatir estas políticas lingüísticas integradoras.
¡Defender los derechos democráticos y la educación pública y de calidad no es adoctrinar!
En las últimas semanas también se ha producido una salvaje campaña contra los profesores catalanes. Con la excusa de que "abusan intelectualmente de los menores", que "promueven el odio nacionalista", que "educan para odiar España" o que "colonizan las mentes de los escolares movidos por el fanatismo y el separatismo" (entre otras perlas que nos han dejado), aquellos que defienden "controlar los derechos lingüísticos" de los estudiantes catalanes han abierto una batalla por cielo y tierra contra el adoctrinamiento que, dicen, realizan los profesores por el hecho de comentar en clase que "la Guardia Civil es mala y pega a la gente"en referencia a los sucesos del 1-O. Los que defienden la LOMCE que acaba con la asignatura de ciudadanía e imponen la obligatoriedad de la asignatura de religión en las escuelas públicas; aquellos que hablan de "españolizar" a los estudiantes catalanes, ¿son los que nos vienen a dar lecciones sobre el adoctrinamiento? ¡Qué hipocresía más repugnante! Son los mismos que financian con millones de euros del erario público las escuelas del Opus Dei y otras congregaciones religiosas que discriminan por sexos y propagan la fe ciega en la doctrina católica. ¡Qué campaña más reaccionaria y asquerosa!
¡No aceptaremos la aplicación del 155 a la educación catalana!
En la proposición de ley también se instaba a la Fiscalía a reclamar "responsabilidades disciplinarias a directores y profesores". Y esta no se ha hecho de rogar. A los 8 maestros de la Seud’Urgell denunciados e investigados por un delito de odio, se añadía el pasado viernes un profesor del Instituto de Tremp, detenido por un supuesto delito de incitación al odio en las redes sociales. También la asociación Hablamos Español ha presentado una denuncia contra el presidente de USTEC, Ramon Font, por delitos de odio y provocación a la sedición.
Es una verdadera caza de brujas de todos aquellos que luchamos contra los que intentan acabar con la educación en catalán, de aquellos que luchamos en favor de la inmersión lingüística y de un sistema educativo que reconozca las particularidades de Catalunya y que defienda la cultura catalana como la propia del país donde vivimos. Aquellos que queremos un modelo educativo integrador, que promocione la convivencia en el pluralismo y la diversidad, y que promueva el sentido crítico de los estudiantes. Donde se pueda hablar de política en clase libremente y donde no entren la Iglesia católica ni los grandes empresarios. ¡Esta persecución es una vergüenza!
¡En defensa de nuestros profesores! ¡Basta de represión!
Todo ello forma parte de una burda estrategia para atemorizar a aquellos que luchamos por una educación pública en catalán, de calidad y para los hijos de los trabajadores. Pero no lograrán detenernos. Hay que continuar la lucha contra la represión del gobierno del PP y de este estado franquista, para acabar con la persecución de nuestros profesores, los recortes y la precarización en la educación pública. Desde el Sindicato de Estudiantes llamamos a todas las estudiantes de Catalunya y del resto del estado a construir la resistencia contra la aplicación del artículo 155. No queremos que un gobierno de reaccionarios decida el idioma en que nos debemos expresar en las aulas, ni tampoco que ponga la educación en manos de la jerarquía eclesiástica, ni que convierta el derecho a la educación en una fuente de lucro de empresarios privados.
¡Por una educación pública, de calidad, en catalán y para los hijos de los trabajadores!
¡Fuera el gobierno del PP! ¡Fuera el artículo 155!
El govern del PP amenaça amb intervenir l’educació a Catalunya
Derrotem l’ofensiva franquista! Defensem els drets democràtics i l’educació pública!
El Govern del PP s’està plantejant aquests dies d’intervenir l’educació a Catalunya. El dimecres al matí apareixia Mariano Rajoy a la Cadena COPE (una de les emissores de ràdio més reaccionàries de l’estat, pertanyent al grup empresarial propietari d’altres mitjans com el canal de televisió 13TV) defensant la necessitat de controlar que els alumnes catalans puguin estudiar en castellà: “soy partidario de hablar el tema de la educación en castellano. Pronto en el Congreso de los Diputados trataremos la tarea de la inspección educativa”. Aquesta mesura forma part del pla d’aplicació de l’article 155 al sistema educatiu català, una campanya que ja ve de setmanes enrere quan Albert Rivera advocava per regular per llei la intervenció de l’educació catalana. La idea és crear una agència inspectora dependent del Ministeri d’Educació que pugui controlar la revisió dels currículums, els llibres de text i els “drets lingüístics dels alumnes”, i que actuï per evitar el perill d’ “actuacions vulneradores per les administracions educatives contràries a la Constitució, la convivència o els tractats internacionals”.
L’atac a les polítiques d’immersió lingüística és un dels aspectes on més escandaloses són les mentides del PP i Cs, avalades ara pel PSC, aquells que durant anys van defensar aquestes polítiques al menys de paraula. La lluita perquè centenars de milers de joves, fills i filles de persones arribades a Catalunya des de diferents llocs de l’Estat espanyol i del planeta, puguin aprendre català en peu d’igualtat amb els seus companys, fills i filles de pares nascuts a Catalunya, ha estat impulsada històricament pels propis immigrants i les organitzacions sindicals i polítiques de l’esquerra. I combatuda amb ràbia per l’extrema dreta, que sempre intenta separar en línies lingüístiques i nacionals. Aquestes polítiques han servit per integrar aquells centenars de milers de persones a la societat catalana i que una gran majoria d’elles assumeixen l’ús i defensa del català com a propi. Com explicava recentment Abdoulaye Fall, portaveu de la Coordinadora d’Associacions de Senegalesos de Catalunya, “Aquest model educatiu fa una aportació molt positiva al procés de creixement dels nostres fills”. Fall va recalcar que la immersió i no “segregació lingüística” és una garantia de convivència per les persones emigrades. Per això el PP i Cs, en la seva estratègies de sembrar la divisió i l’enfrontament al si de la població catalana per intentar frenar un moviment de masses que els ha posat contra les cordes, intenten combatre aquestes polítiques lingüístiques integradores.
Defensar els drets democràtic i l'educació pública i de qualitat no és adoctrinar!
En les últimes setmanes també s’ha produït una salvatge campanya contra els nostres professors. Amb l’excusa que “abusen intel·lectualment dels menors”, que “promouen l’odi nacionalista”, que “eduquen per odiar Espanya” o que “colonitzen les ments dels escolars moguts pel fanatisme i el separatisme” (entre d’altres perles que ens han deixat), aquells que defensen “controlar els drets lingüístics” dels catalans han obert una batalla per cel i terra contra l’adoctrinament que diuen que realitzen el professors per comentar a classe que “la Guàrdia Civil és dolenta i pega a la gent” en referència als fets de l’1-O. Aquells qui defensen la LOMCE que acaba amb l’assignatura de ciutadania i imposen l’obligatorietat de l’assignatura de religió a les escoles públiques; aquells qui parlen d’ “espanyolitzar” els estudiants catalans, són els qui ens venen a donar lliçons sobre l’adoctrinament? Quina hipocresia més repugnant! Són els mateixos que financen amb milions d’euros de l’erari públic les escoles de l’Opus Dei i altres congregacions religioses que discriminen per sexes i propaguen la fe cega en la doctrina catòlica. Quina campanya més reaccionària i fastigosa!
No acceptarem l’aplicació del 155 a l’educació catalana!
En la proposició de llei també s’instava la Fiscalia a reclamar “responsabilitats disciplinàries a directors i professors”. I aquesta no s’ha fet de pregar. Als 8 mestres de la Seu d’Urgell denunciats i investigats per un delicte d’odi, s’afegia divendres passat un professor de l’Institut de Tremp, detingut per un suposat delicte d'incitació a l'odi a les xarxes socials. També l’associació Hablamos Español ha presentat una denúncia contra el president d’USTEC, Ramon Font, per delictes d’odi i provocació a la sedició.
És una verdadera caça de bruixes contra tots aquells que lluitem contra els qui intenten acabar amb l’educació en català, contra aquells que lluitem en favor de la immersió lingüística i d’un sistema educatiu que reconegui les particularitats de Catalunya i que defensi la cultura catalana com la pròpia del país on vivim. Aquells que volem un model educatiu integrador, que promocioni la convivència en el pluralisme i la diversitat, i que promogui el sentit crític dels estudiants. On es pugui parlar de política lliurement i on no entrin l’Església catòlica ni els grans empresaris. Aquesta persecució és una vergonya!
En defensa dels nostres professors! Prou repressió!
Tot això forma part d’una burda estratègia per tal d’atemorir aquells que lluitem per una educació pública en català, de qualitat i per als fills dels treballadors. Però no aconseguiran aturar-nos. Cal continuar la lluita contra la repressió del govern del PP i d’aquest estat franquista, per acabar amb la persecució dels nostres professors, les retallades i la precarització en l’educació pública. Des del Sindicat d’Estudiants fem una crida a totes les estudiants de Catalunya a construir la resistència contra l’aplicació de l’article 155. No volem que un govern de reaccionaris decideixi l’idioma en què ens hem d’expressar a les aules, ni tampoc que posi l’educació en mans de la jerarquia eclesiàstica, ni que converteixi el dret a l’educació en una font de lucre d’empresaris privats.
Per una educació pública, de qualitat, en català i per als fills dels treballadors!
Fora el govern del PP! Fora l’article 155!