El pasado 24 de marzo más de un millón de estudiantes y trabajadores tomaron las calles de Estados Unidos en más de 800 manifestaciones por todo el país. Más de 800.000 personas en Washington DC, 150.000 en Nueva York o 100.000 en Boston fueron la continuación directa de las marchas que hubo diez días antes y que sacaron a las calles a casi un millón de personas después de la horrible matanza en Stoneman Douglas High School en Parkland, Florida.

La “Marcha por nuestras vidas” comenzó con la respuesta de los estudiantes que sobrevivieron a esta masacre, que lejos de sumirse en la tristeza y la resignación decidieron comenzar a organizarse contra el lobby de las armas en EE. UU., encabezado por la Asociación Nacional del Rifle (NRA por sus siglas en ingles). Estos estudiantes se presentaron días después en el congreso del Estado de Florida cuando se discutía una ley contra las armas que fue rechazada. Lo que fortaleció aún más la indignación de los estudiantes que no han dudado en señalar públicamente en los medios de comunicación a los políticos que reciben dinero de esta organización reaccionaria.

La NRA y la extrema derecha

La NRA constituye uno de los Lobbys más importantes en Estados Unidos completamente ligado a la extrema derecha del Partido Republicano. Continuamente invierte millones de dólares en financiar las campañas electorales de los republicanos, como hizo con los 11 millones de dólares que echaron a la locomotora de campaña de Trump o como lo son otros tantos millones de dólares que destinan a financiar a más de 375 congresistas republicanos y otros 20 de Partido Demócrata. Esta organización ha tergiversado totalmente la segunda enmienda de la Constitución de los EEUU que defiende el derecho a que existiera una milicia armada tras la revolución americana, para crear un gigantesco aparto de poder dirigido por la ultraderecha liberal para intentar acabar con cualquier legislación en contra de las armas y así proteger a toda costa el lucrativo negocio de las armas que mueve al año más de 31.000 millones de beneficio.

Los estudiantes ponen contra las cuerdas al lobby de las armas

La marea de estudiantes y trabajadores que han decido plantar cara a la los congresistas Republicanos y a la NRA que los financia ha puesto muy nerviosa a la clase dominante. Muchas administraciones escolares se han intentado oponer a las movilizaciones, pero han acabado sumándose a las protestas fruto de la presión. Lo que ha provocado que los departamentos de policía hayan tratado de tomar medidas para intentar acabar por todos los medios con estas movilizaciones, llegando a detener a 200 estudiantes por apoyar la huelga en Pennsylvania. Pero estos intentos de parar las movilizaciones no solo han fracasado si no que han servido para endurecer la determinación de los estudiantes.

Estas huelgas son la prueba de que una generación de estudiantes que se enfrenta a la precariedad y a una aplastante deuda educativa se está organizando no solo en contra de las armas si no contra toda forma de desigualdad, opresión y violencia a la que nos empuja el sistema capitalista.

Por eso desde el Sindicato de Estudiantes queremos solidarizarnos con todos los estudiantes de Estados Unidos que están consiguiendo a través de la movilización, con los mejores métodos que tenemos los estudiantes y los trabajadores, poner contra las cuerdas a la NRA y la ultraderecha republicana en lo que están siendo las mayores manifestaciones de estudiantes desde la guerra de Vietnam.

¡Contra el negocio de las armas!

¡Sí se puede!