Desde mediados de septiembre del año pasado, hemos visto cómo la ofensiva del Partido Popular contra la movilización social y la libertad de expresión no ha parado de aumentar. Hemos presenciado escenas de represión policial salvaje en Catalunya, Murcia o, e recientemente en el barrio de Lavapiés (Madrid). El mundo entero se ha escandalizado con la entrada a prisión de raperos y twitteros, líderes sociales como los Jordis o el político independentista Oriol Junqueras.

Tal es así, que diferentes organizaciones, instituciones  e incluso medios de la prensa burguesa le han sacado los colores al Gobierno en cuestión de libertad de expresión y respeto a los Derechos Humanos. El periódico neoliberal The Economist1 ha tildado al Estado español como una “democracia defectuosa”, de la misma manera, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo ha condenado recientemente al país por trato inhumano a presos vascos o imponer pena de cárcel por quemar fotos de Juan Carlos de Borbón, entre otras varias.

Que sólo se enseñe la “lengua del Reino”

La siguiente vuelta de tuerca en la dinámica franquista del Partido Popular ha sido, cómo no, contra las instituciones y lengua catalanas. Aprovechando el autoritario artículo 155 aplicado en Catalunya, pretenden acabar con el modelo de inmersión lingüística atacando directamente a la educación pública y la igualdad de oportunidades de todos y todas, haciendo suyas las declaraciones del ex-ministro Wert sobre la necesidad de  “españolizar a los niños catalanes”, que recuerdan bien a la larga noche de la dictadura.

Precisamente en esas líneas, los ministerios de Defensa y Educación han sellado un pacto sobre contenido de las asignaturas de Valores Sociales y Cívicos, y Valores Éticos, de primaria y secundaria, respectivamente. En palabras del propio gobierno, buscan “reforzar la imagen de las fuerzas armadas y de la monarquía” en base a meter con calzador los símbolos españoles y cultura castrense en la juventud. Este acuerdo, que se enmascara en las declaraciones inocentes de los dirigentes del Partido Popular sobre seguridad ciudadana y convivencia, es una manzana envenenada.

Defendiendo la patria, el honor y la gloria del Rey, el ejército, la policía y la guardia civil

Uno de los argumentos estrella del Partido Popular en este aspecto es su voluntad de difundir la labor humanitaria del ejército en zonas de guerra y crisis humanitarias. Parece mentira que olviden, por ejemplo, la invasión a Iraq que con tanto ahínco defendieron, en la cual murieron más de 150 mil civiles. Llama la atención como la solidaridad mentirosa del Ministerio de Defensa se desvanece al encontrar en el temario pactado afirmaciones xenófobas como que “la inmigración irregular es una amenaza que pone en peligro nuestros valores”. Entre eso y decir que las personas diferentes son el enemigo, hay solo formalidad. Los y las mismas que derramaban lágrimas de cocodrilo durante la reciente crisis de refugiados, justifican el asesinato impune de 15 personas en Tarajal o la persecución mortal que sufren los manteros en ciudades como Madrid. Y aún así pretendían que nos creyéramos sus patrañas.

Y antes del recreo todos a entonar “La Banderita”

El currículo, sin embargo, no se queda atrás en materia bélica. Algunas de las actividades que el Ministerio de Educación pretende implantar son casi de película: poner la cara de los estudiantes sobre uniformes de soldado, dibujar escudos militares, cantar marchas de guerra o incluso la proyección de vídeos oficiales de campañas de alistamiento. Es realmente escandaloso como el Partido Popular intenta sembrar la semilla militarista en la juventud sin cortarse ni un pelo. Así como nuestros familiares tenían que cantar el Cara al Sol antes de entrar a clases, Méndez de Vigo, hijo de un ayudante del Generalísimo, sueña con que se entone “La Banderita” en cada centro de estudios.

No nos sorprende que en esta agresión a la libertad de pensamiento se incluya además un lavado de cara a la monarquía y la defensa de la figura del rey, el cual ha resultado jugar un papel clave en la legitimación de la represión en Catalunya y la disolución de sus estructuras democráticas. El Partido Popular tiene más que claro qué persigue con la legislación y aplicación del adoctrinamiento en las aulas.

El Constitucional avala que se separe a niños y niñas y que se pague con dinero público

La última es que el Tribunal Constitucional también ha salido a defender los valores católicos, apostólicos y romanos de la Iglesia. Desde los primeros planteamientos, la Ley Wert  atacaba no solamente la financiación a la educación pública sino que también daba carta blanca a que los colegios pudieran segregar en función de sexo, entre otras cosas, basándose en un supuesto respeto a la “libertad de enseñanza” al más puro estilo de la dictadura. Esta medida tan reaccionaria fue cuestionada por diferentes colectivos e incluso comunidades autónomas como la Junta de Andalucía que denegó las subvenciones públicas a los centros concertados regentados por el Opus Dei que separaban a niños y niñas. Pues bien, ahora el Tribunal Constitucional ha salido al paso, como siempre que este gobierno franquista le necesita, para decir que eso no es atentar contra ningún derecho, que no es inconstitucional seleccionar a los alumnos en función de su sexo y tampoco lo es seleccionarlos en función de su “itinerario académico”. Un escándalo mayúsculo. ¡Esta es la justicia del PP! Al servicio de la jerarquía de la Iglesia y de la patronal de la educación privada.

¡Fuera la LOMCE y fuera el PP! ¡Hay que volver a tomar las calles!

Como hemos señalado estos últimos años desde el Sindicato de Estudiantes, esta es una ley franquista y reaccionaria, precisamente, porque busca inculcar en la juventud los valores más casposos y retrógrados que mantienen sectores de la derecha y la Iglesia católica. Los ataques al galego, euskera y catalán, la eliminación de asignaturas básicas en la enseñanza crítica de la juventud, o la inclusión de la religión en las aulas como materia evaluable que cuente a la hora de obtener una beca, encierran poco más allá que el deseo pervertido del Partido Popular de desarmar ideológicamente a la juventud. Nos quieren sumisos, explotados y obedientes. Y desde luego, henchidos de orgullo patrio.

Cuando los y las jóvenes del Sindicato de Estudiantes explicamos que defendemos la educación pública en las calles porque así la consiguieron las masas de trabajadores y jóvenes, no nos referimos exclusivamente a la gratuidad de la enseñanza, las becas y ayudas. Sabemos que para poder aprender en la escuela pública nuestra propia lengua en la nacionalidades históricas, para que ningún obispo decida hasta dónde llega nuestra formación en valores, para que nuestras compañeras tengan las mismas oportunidades y enseñanza que nosotros, para que podamos desarrollar una mentalidad científica, crítica y democrática, también hubo millones de personas en las calles, organizadas a través de los sindicatos y partidos de la izquierda, que fueron quienes realmente conquistaron la democracia y libertad de expresión en el Estado español.

Por tanto, tenemos más que claro que no le vamos a permitir al Partido Popular que convierta los institutos en sus centros de adoctrinamiento. Y le advertimos a Cospedal, Méndez de Vigo y Rajoy, que a la más mínima aplicación de su acuerdo en las aulas, responderemos con todas nuestras fuerzas a las calles. Que se les quite de la cabeza contaminar el pensamiento de la juventud con sus sucios valores, porque nuestra conciencia no se toca.

 

1. https://www.eiu.com/public/topical_report.aspx?campaignid=DemocracyIndex2017

 

https://www.larazon.es/espana/el-gobierno-quiere-que-los-alumnos-de-primaria-canten-el-pasodoble-la-banderita-IN17836097

http://www.publico.es/sociedad/inmigracion-irregular-temario-ninos-primaria-secundaria.html

https://twitter.com/juansotoivars/status/974236353159409665?s=08

https://www.eldiario.es/sociedad/Ministerio_Defensa-Educacion-fuerzas_armadas-aulas_0_737726870.html

https://www.eldiario.es/sociedad/Cospedal-convenio-colegios-privados-vertebrar_0_737376656.html

http://www.defensa.gob.es/gabinete/notasPrensa/2015/12/DGC-151102-acuerdo-educacion-.html