Mientras en otras Comunidades Autónomas los nuevos gobiernos han comenzado el curso recortando las plantillas de profesores, en Asturias se aumentaron las plazas de interinos. Lamentablemente los dirigentes de los sindicatos de profesores se mostraban satisfechos y aseguraban que en Asturias la educación estaba “a salvo” de los ataques ya que no se planteaba ningún recorte estructural importante.
Desde el Sindicato de Estudiantes insistíamos en que no se podía bajar la guardia porque los ataques iban a suceder también en Asturias, ya que el programa de Foro Asturias para educación es igual al del PP, y que lo que veíamos en Madrid o Castilla-La Mancha lo íbamos a ver aquí.
Así, el pasado 29 de septiembre, de forma inesperada para las cúpulas sindicales, Cascos y su gobierno pusieron en marcha su primer plan de reformas de la educación pública: según dice la voz de Asturias “La apuesta del Principado por potenciar la educación privada supondrá el trasvase de decenas de millones de euros de la red pública a la concertada. En los presupuestos generales de 2011 se contemplan cuatro partidas para la privada-concertada en capítulos distintos. Dos para mantenimiento que suman 8.827.194 euros y dos para gastos de personal de 71.004.103 euros. En la pública, los gastos de funcionamiento son de 9.786.685 y en sueldos se van otros 173.448.380 euros. En conclusión, hay más de 100 millones de euros de diferencia de la pública a la privada que habrá que repartir entre ambas si se pone en marcha el plan de equiparación propuesto por el Principado. El trasvase podría aún ser mayor si, como anunció el Viceconsejero de Educación, Argimiro Rodríguez, se da más dinero a aquellos centros que atraigan a más alumnos, independientemente de que sean públicos o privados”1.
Este plan supondrá el desmantelamiento de la educación pública, ya que se le rebaja el porcentaje de dinero que va para ella de los presupuesto (se rebaja hasta un 5´5%, siendo antes un 8%), convirtiéndose, en muchos casos, en un gueto marginal para personas que no puedan acceder a la otra educación, la mayoría de ellos hijos de familias de clase obrera, y a pesar de que la educación pública supera en niveles de calidad a la mayoría de los centros de educación privada, la consejería quiere ocultar esto datos para así poder beneficiar a la educación concertada.
La mayoría de colectivos de Educación ya se han puesto en contra de este recorte, que ven como anticonstitucional y perjudicial para la educación pública (sólo la Confederación Católica de Asociaciones de Padres de Alumnos y Padres de Familia (Concapa), está de acuerdo con el plan ya que, según ellos “mejorará la enseñanza“) .
Desde el Sindicato de Estudiantes nos oponemos a este recorte ya que supone un desmantelamiento de la educación pública en todos los niveles (desde primaria a secundaria, pasando por la FP ) en beneficio de la educación concertada, degradando más la calidad de la escuela pública.
Recetas neoliberales para educación
Como fiel representante de la derecha más rancia, las medidas para educación anunciadas por Cascos y su partido son similares a las que defiende Esperanza Aguirre o a las que en su día aplicó Margaret Thatcher: el conocido como “modelo anglosajón”.
Además de la “equiparación” de la financiación entre la pública y la privada-concertada, algunas de las medidas que se vienen son las siguientes2:
La Consejería de educación apuesta por un nuevo perfil de director en los centros: será un gestor en lugar de un docente.
Hasta el 35% del currículo del centro (de las asignaturas impartidas) podrá ser elegido por el director, así como los profesores que serán contratados para impartirlas.
Los centros recibirán financiación en función de sus resultados académicos y de la demanda que tengan.
Se abre la posibilidad de que los centros busquen financiación privada, desde cobrar una cuota a los padres hasta ceder sus instalaciones a empresas.
Con estas medidas pretenden terminar con “la dialéctica público-privada” para pasar a hablar de “educación de mejor y de peor calidad”, es decir, una educación de calidad para unos pocos privilegiados, y una de mala calidad para la mayoría.
La movilización es el único camino
Pensamos que estos ataques sólo van a poder tumbarse mediante la movilización, una movilización unificada de toda la comunidad educativa, pero que debe tender a unificar a todos los sectore productivos, ya que los recortes a la educación pública y a los servicios sociales en general son un ataque muy grave contra la clase obrera. Por eso desde el Sindicato de Estudiantes convocamos Huelga General de estudiantes en todo el Estado el pasado 6 de Octubre con gran éxito, como un paso para animar a los profesores con la idea de que es posible organizar una movilización coordinada en todas las CCAA, y no sólo es posible, sino necesario.
Creemos que la política de Paz Social que están defendiendo las direcciones sindicales no es la forma de defender los derechos de los trabajadores y de los estudiantes, de hecho, muchas de las medidas de los gobiernos (tanto central como autonómicos) contra la clase obrera y la juventud se han podido aplicar sin grandes dificultades debido a dicha política. Las grandes movilizaciones que hemos visto los últimos meses promovidas por el movimiento 15-M son una muestra de la disposición de los trabajadores y jóvenes a la lucha, y por eso es el momento en el que las organizaciones de la clase obrera y los movimientos sociales debemos unirnos para convertir todo ese descontento y esa disposición en una gran respuesta ante los ataques.