El profundo malestar que se respira dentro del profesorado asturiano ha salido a la luz y con bastante fuerza. La manifestación del 17 de marzo fue el pistoletazo de salida para un mes combativo:
dos huelgas en enseñanza no universitaria con sus respectivas manifestaciones (1 y 28 de abril) donde han participado miles de profesores.
La actitud del Consejero de Educación (José Luis Riopedre) ignorando las reivindicaciones, negándose a negociar y mareando la perdiz ha echado leña al fuego demostrando en la práctica lo alejado que están los representantes políticos del gobierno de las aspiraciones docentes.
Los sindicatos convocantes (SUATEA, CCOO, ANPE y CSIF) reivindican dos cuestiones fundamentales: retirada del Plan de Evaluación del profesorado y convocatoria de la Mesa Sectorial de negociación.Si bien en un primer momento UGT formaba parte de la convocatoria del 1 de abril, pronto la dirección del sindicato dio un giro brusco planteando que “no había condiciones”. El problema para estos dirigentes es que en la práctica se convirtieron en auténticos esquiroles justificando cada acción de la Consejería y colaborando en todas sus maniobras, como el acuerdo fantasma del 24 de abril para desactivar la lucha. No fue así como actuaron muchos de sus afiliados, que participaron activamente demostrando que la unidad de los trabajadores en la lucha está por encima de las siglas.
Desde el Sindicato de Estudiantes intervinimos enérgicamente en el movimiento desde el principio. Preparamos un panfleto apoyando la huelga y la lucha de los profesores remarcando una idea muy importante: estos ataques al profesorado (Carrera Profesional, Plan de Evaluación, etc.) y los demás que sufrimos los estudiantes (Carta de Derechos y Deberes, Plan Bolonia) tienen como transfondo la degradación de la educación pública mediante su privatización. Convertir un derecho esencial para todos en negocio para unos pocos. Por lo tanto es necesario unificar fuerzas en una huelga general educativa en defensa de la educación pública y que la crisis la paguen los capitalistas, es decir, que se deje de regalar dinero a los banqueros y empresarios en detrimento de los presupuestos para gastos sociales como son la educación y la sanidad.
Preparamos una modesta pero efectiva campaña de apoyo a la huelga en varios centros de Asturias donde participaron decenas de afiliados repartiendo miles de panfletos y colocando cientos de carteles. Organizamos pegadas en Gijón y Oviedo. Estuvimos presentes en las manifestaciones repartiendo más panfletos de solidaridad. El 1 de abril el ambiente era electrizante, muy combativo, se sentía el cabreo de los profesores. Aunque el ambiente el 28 estaba más tranquilo, la rabia sigue allí. La huelga ha tenido un buen seguimiento (65% que cifran los sindicatos). Y esto a pesar de unos servicios mínimos abusivos y toda la campaña difamatoria en los medios de comunicación llamando a los profesores “irresponsables”, “privilegiados” e incluso “egoístas”. Hasta el PP intentó hacerse un hueco utilizando la demagogia de “apoyar” a los sindicatos, pero muchos ya estamos bien curados del cinismo de la derecha. Lo realmente peligroso es la actitud de un gobierno que se dice de izquierdas (PSOE-IU) y calla ante las reivindicaciones de los profesores preparando más desilusión en su base electoral tradicional.
Los dirigentes sindicales han planteado que los profesores siguen en pie de guerra contra los planes de la Administración y que eso se concretará en una campaña informativa, pancartas, encierros en colegios e incluso no descartan una nueva huelga a fin de curso.
La actitud del Consejero de Educación (José Luis Riopedre) ignorando las reivindicaciones, negándose a negociar y mareando la perdiz ha echado leña al fuego demostrando en la práctica lo alejado que están los representantes políticos del gobierno de las aspiraciones docentes.
Los sindicatos convocantes (SUATEA, CCOO, ANPE y CSIF) reivindican dos cuestiones fundamentales: retirada del Plan de Evaluación del profesorado y convocatoria de la Mesa Sectorial de negociación.Si bien en un primer momento UGT formaba parte de la convocatoria del 1 de abril, pronto la dirección del sindicato dio un giro brusco planteando que “no había condiciones”. El problema para estos dirigentes es que en la práctica se convirtieron en auténticos esquiroles justificando cada acción de la Consejería y colaborando en todas sus maniobras, como el acuerdo fantasma del 24 de abril para desactivar la lucha. No fue así como actuaron muchos de sus afiliados, que participaron activamente demostrando que la unidad de los trabajadores en la lucha está por encima de las siglas.
Desde el Sindicato de Estudiantes intervinimos enérgicamente en el movimiento desde el principio. Preparamos un panfleto apoyando la huelga y la lucha de los profesores remarcando una idea muy importante: estos ataques al profesorado (Carrera Profesional, Plan de Evaluación, etc.) y los demás que sufrimos los estudiantes (Carta de Derechos y Deberes, Plan Bolonia) tienen como transfondo la degradación de la educación pública mediante su privatización. Convertir un derecho esencial para todos en negocio para unos pocos. Por lo tanto es necesario unificar fuerzas en una huelga general educativa en defensa de la educación pública y que la crisis la paguen los capitalistas, es decir, que se deje de regalar dinero a los banqueros y empresarios en detrimento de los presupuestos para gastos sociales como son la educación y la sanidad.
Preparamos una modesta pero efectiva campaña de apoyo a la huelga en varios centros de Asturias donde participaron decenas de afiliados repartiendo miles de panfletos y colocando cientos de carteles. Organizamos pegadas en Gijón y Oviedo. Estuvimos presentes en las manifestaciones repartiendo más panfletos de solidaridad. El 1 de abril el ambiente era electrizante, muy combativo, se sentía el cabreo de los profesores. Aunque el ambiente el 28 estaba más tranquilo, la rabia sigue allí. La huelga ha tenido un buen seguimiento (65% que cifran los sindicatos). Y esto a pesar de unos servicios mínimos abusivos y toda la campaña difamatoria en los medios de comunicación llamando a los profesores “irresponsables”, “privilegiados” e incluso “egoístas”. Hasta el PP intentó hacerse un hueco utilizando la demagogia de “apoyar” a los sindicatos, pero muchos ya estamos bien curados del cinismo de la derecha. Lo realmente peligroso es la actitud de un gobierno que se dice de izquierdas (PSOE-IU) y calla ante las reivindicaciones de los profesores preparando más desilusión en su base electoral tradicional.
Los dirigentes sindicales han planteado que los profesores siguen en pie de guerra contra los planes de la Administración y que eso se concretará en una campaña informativa, pancartas, encierros en colegios e incluso no descartan una nueva huelga a fin de curso.
¡SOLIDARIDAD CON LA LUCHA DE LOS PROFESORES!
¡EN DEFENSA DE UNA EDUCACIÓN PÚBLICA, DEMOCRÁTICA Y DE CALIDAD!
¡QUE LA CRISIS LA PAGUEN LOS CAPITALISTAS!
¡EN DEFENSA DE UNA EDUCACIÓN PÚBLICA, DEMOCRÁTICA Y DE CALIDAD!
¡QUE LA CRISIS LA PAGUEN LOS CAPITALISTAS!