¡¡Fuera profesores machistas, homófobos y racistas de nuestras clases!!
Hace unos días volvía a salir a la luz un nuevo caso de machismo en las aulas, en este caso en la facultad de Medicina de la Universidad de Oviedo. Desde el Sindicato de Estudiantes y Libres y Combativas queremos trasladar todo nuestro apoyo y solidaridad a los y las estudiantes que se han atrevido a denunciar los comportamientos y comentarios machistas, racistas y homófobos que llevan sufriendo mucho tiempo. Además queremos denunciar la actitud pasiva por parte de la Universidad de Oviedo que, aunque tras meses de denuncias ha acabado reconociendo la veracidad de los testimonios, permite en la práctica que este profesor machista siga, a día de hoy, dando clases como sí no hubiese pasado nada.
Lamentablemente este no es un caso aislado. En los últimos dos años hemos tenido que denunciar y movilizarnos contra otros casos de profesores machistas, concretamente en la facultad de Psicología y en el Conservatorio de Oviedo. La respuesta por parte de la dirección de los centros y la consejería de educación ha sido la misma, esperar a que estos profesores puedan “recurrir” y “defenderse”, pero nunca ha sido la de tomar medidas contundentes. Lo que deberían hacer es apartarles fulminantemente de la docencia, para defender a las verdaderas víctimas, los y las alumnas que han tenido que sufrir esta violencia diaria en las aulas, llegando incluso en este último caso al extremo de que varias alumnas decidieron cambiarse de Universidad porque, literalmente, no “soportaban” la situación.
La gravedad de la situación ha hecho que, en este caso, la propia universidad haya abierto una investigación, una vez que varios alumnos y alumnas dijeron ¡Basta ya! Según han explicado a los medios de comunicación, tras varias denuncias el curso pasado, y después de que el Decanato no hiciese absolutamente nada aún siendo conocedor de lo que estaba sucediendo, la Comisión de Disciplina de la Universidad de Oviedo no tuvo más remedio que abrir una investigación y concluyó que este catedrático de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud, y profesor de Odontología, debía ser suspendido de empleo y sueldo tres meses. El propio rector ratificó “formalmente” esta sanción pero, en la práctica, la realidad es que tras una investigación de meses y un informe concluyente, a día de hoy este individuo sigue dando clase a diario como si nada hubiese sucedido.
Es una vergüenza, que la Universidad y el Rector, Santiago García Granda, reconozcan la actitud de este profesor, se le imponga una sanción -totalmente insuficiente- e incluso así no se lleve a efecto, dejando a sus alumnos y alumnas en la más completa indefensión ¡Qué lamentable y que trato de favor hacia el agresor! Más aún si se tiene en cuenta que, tal y como denunciaron los y las alumnas, el propio Decanato mantuvo un silencio total y no fue hasta que los y las estudiantes comenzaron a denunciarlo, que la Universidad se vio forzada a empezar a “hacer algo”, algo que ha quedado, por ahora, en palabras y nada más.
Los y las estudiantes estamos cansadas de ver como nuestros testimonios ante casos de acoso, trato vejatorio, comentarios machistas, racistas y homófobos no sean tenidos en cuenta, incluso de que cuando nos tienen que escuchar, como en este caso, no sea tenido en cuenta y a quien se defienda sea a los acosadores. Desde el Sindicato de Estudiantes y Libres y Combativas decimos alto y claro que ¡ningún acosador, machista o racista puede educar! Y exigimos la expulsión inmediata del cuerpo docente de estos elementos, que utilizan su tribuna para esparcir su xenofobia y machismo y para oprimirnos por el hecho de ser mujeres, inmigrantes, gays, lesbianas, etc. ¡Ya está bien de complicidad! Lo que hace falta son sanciones ejemplares y dejar de defender a los culpables del machismo en las aulas que utilizan su posición en el ámbito educativo para machacarnos. Basta ya de palabras bonitas, brindis al sol y de supuestas sanciones que no se cumplen.
Por otro lado es cada vez más evidente la urgencia de una asignatura de educación sexual inclusiva y en libertad para conseguir que las aulas sean un espacio totalmente libre de machismo, homofobia y transfobia, para que todos y todas podamos ser lo que somos, sin miedo a nada. Es por eso que este tipo de situaciones lamentables nos reafirman una vez más en la necesidad de continuar la lucha contra el machismo en las aulas en las calles y construir un movimiento feminista combativo, anticapitalista y revolucionario para acabar con esta lacra social.
¡Por una educación pública de calidad, libre de machismo, racismo y homofobia!
¡Expulsión inmediata de los profesores acosadores y machistas!