El pasado día 11 de Enero tres jóvenes de un pueblo de la provincia de Chefchaouen eran detenidos por haber participado en 2009 en protestas contra la falta de agua y electricidad en su pueblo. La represión contra Yassin el Bazi, Zatev Mohammed y Mohammed Said Oorjagl está siendo utilizada como un castigo ejemplar con el que acallar las justas demandas del pueblo de Jebha.
La movilización masiva que se produjo durante los últimos días del año
pasado no tuvo como protagonistas a unos pocos jóvenes aislados. Lo que
sucedió en Jebha durante esos días fue una auténtica explosión social
que obligó a las autoridades y a la policía a negociar las demandas de
los manifestantes. En la movilización se pudo ver como todo el pueblo
estaba participando en las protestas: desde los más ancianos, pasando
por las mujeres y los jóvenes de la localidad.
Los habitantes de esta localidad decidieron dar un margen de actuación a las autoridades para resolver los problemas que durante semanas llevaban padeciendo con los suministros de electricidad y agua. Aunque sin confiar en que sin la presión social fueran a conseguir que esto se resolviera, sobretodo cuando el director de la compañía eléctrica en ocasiones pasadas se había negado a hablar con los representantes de la comunidad y les había insultado sin ningún tapujo. Con estos antecedentes los maestros, comerciantes, pequeños artesanos y los jóvenes decidieron organizar una exitosa huelga general en todo el pueblo.
Tras la manifestación de protesta, enmarcada en la jornada de huelga, se realizó una asamblea general en la que se discutieron demandas que trascendían los motivos iniciales de la protesta, de esta forma se elaboró una tabla reivindicativa que exigía además de los suministros de agua y electricidad: la creación de un centro médico con suficientes médicos, una ambulancia, la reparación de las carreteras locales, una cancha de fútbol y puestos de trabajo para los desempleados.
Las demandas aprobadas por el pueblo de Jebha son absolutamente razonables y legítimas. Únicamente exigen unas condiciones de vida dignas. La respuesta del estado marroquí ha sido la de, nuevamente, enarbolar la bandera de la represión.
Desde el Sindicato de Estudiantes queremos mostrar toda nuestra solidaridad con el pueblo de Jebha, especialmente con Yassin el Bazi, Zatev Mohammed y Mohammed Said Oorjagl. Estos tres jóvenes compañeros no representan más que la disposición de un pueblo a la lucha por lo que le pertenece. Una vida digna.
¡Por la inmediata liberación de los jóvenes detenidos!
¡En defensa de unas condiciones de vida dignas!
¡Por el cumplimiento de las demandas del pueblo de Jebha!
¡No a la represión!
¡En defensa de unas condiciones de vida dignas!
¡Por el cumplimiento de las demandas del pueblo de Jebha!
¡No a la represión!