¡Fuera las tropas de ocupación israelíes!
La brutalidad sionista arrasa con escuelas, con fábricas y cultivos, en un territorio ya de por sí sumergido en el hambre y la miseria por el continuo bloqueo al que es sometida una de las zonas más densas del mundo. Exigimos la inmediata paralización de los bombardeos y la retirada militar israelí. Al mismo tiempo es imprescindible lograr el levantamiento sin condiciones del bloqueo a Gaza, así como el final de la ocupación israelí de Cisjordania. Para conseguir estos objetivos es necesaria la movilización masiva de los trabajadores y jóvenes de todo el Estado español e internacionalmente.
• La hipocresía del Estado sionista no tiene límites. Defiende que esta masacre contra miles de palestinos inocentes es una medida de ‘autodefensa’, para evitar los misiles artesanales lanzados desde Gaza a localidades israelíes. Pero esto no es más que una excusa desvergonzada. En toda la duración de la tregua el Ejército sionista ha seguido realizando ‘asesinatos selectivos’ y ha cercado por tierra, mar y aire la franja, sometiendo a la población al hambre, la miseria y al paro masivo (el 98% de la industria ha cerrado), sin posibilidad de escape. Es más, Israel lleva cuarenta años ocupando Gaza y Cisjordania, violando una y otra vez los acuerdos a los que de vez en cuando se llega, y controlando económicamente todos los recursos de la población palestina. Todo este horror es justificado para derrocar al Gobierno de Hamas en Gaza. Pero en realidad va dirigido contra la resistencia de un pueblo que no quiere ceder en la lucha por sus derechos. Toda Gaza es un objetivo militar
• Esta voluntad es la que reflejó las elecciones que dieron el triunfo a Hamas, o, dicho de otra forma, la derrota de Al Fatah, cuya dirección era vista (y los hechos lo confirman) como conciliadora con el imperialismo y el gobierno sionista de Israel. Pero Hamash no tiene una alternativa al problema palestino. Su programa reaccionario, integrista, sectario con los judíos, y sus ataques indiscriminados contra la población civil israelí (sea atentados suicidas o lanzamiento de misiles a poblaciones) sólo sirven para justificar la brutal reacción sionista ante los ojos de los trabajadores judíos. Sólo un programa revolucionario, socialista, puede dar una solución al problema de Oriente Medio y Palestina.
• La causa inmediata de este ataque brutal es la situación social en Israel. El desencanto de la población israelí hacia sus políticos y su Estado, la crisis económica, la oleada de huelgas (sector público, estibadores, estudiantes) y la lucha de los pensionistas, el recorte de gasto social mientras aumenta el militar, y las próximas elecciones, han empujado a la corrupta casta dirigente israelí a explotar de nuevo el chovinismo y el patriotismo reaccionario. La ola de chovinismo en Israel es ahora predominante, pero… ¿cuánto tiempo puede durar? Lo que mañana predominará será la rabia; centenares de miles de israelíes se sentirán engañados por sus dirigentes sionistas (de derechas y de izquierdas), cuando lleguen más cadáveres, la seguridad no mejore sino empeore, y se recorten más gastos sociales para mantener la ocupación.
El papel del Imperialismo
• ¿Qué decir de las potencias imperialistas, de Estados Unidos o la Unión Europea? Los mismos que apelan a los derechos humanos o a la ley internacional cuando les interesa, permiten o fomentan esta masacre contra el pueblo palestino. Aluden hipócritamente a un uso de la fuerza “desproporcionada”, pero no mueven un dedo para impedir que los tanques y los bombardeos sigan matando a la población de Gaza mientras se reúnen con los mayores terroristas, los políticos sionistas israelíes. La ONU, que es tan sólo una institución al servicio del imperialismo, ha aceptado servilmente el bombardeo a dos de sus escuelas en Gaza y la muerte de más de 60 personas, fundamentalmente niños, que se encontraban refugiados en ellas. Seamos claros: las potencias imperialistas y sus aliados, que durante décadas han promovido la agresividad sionista (Israel es la única potencia nuclear de la zona), son culpables de todo lo que está pasando. Participan del bloqueo criminal de Gaza y han armado hasta los dientes al ejército israelí, exactamente igual que organizaron e impulsaron la agresión contra el pueblo de Iraq cuyos efectos devastadores conocemos. Si ahora intentan desesperadamente una tregua es por el enorme descontento y oposición que esta nueva masacre está provocando entre millones de jóvenes y trabajadores de todo el mundo, en los países árabes, en Europa, en EEUU, que tienen muy fresca la experiencia de las grandes movilizaciones contra al guerra imperialista en Iraq. Los imperialistas quieren evitar un movimiento semejante en estos momentos.
• Desgraciadamente, el Gobierno de Zapatero no ha hecho apenas nada por oponerse a esta masacre salvo declaraciones diplomáticas. Con la retirada de las tropas de Irak parece que se acabó su empuje en política exterior (empuje que realmente fue producto del movimiento de millones de personas contra la guerra). El aumento de tropas en Afganistán (recientemente se ha eliminado el tope en el número de militares que el Gobierno podía enviar al exterior sin pasar previamente por el Parlamento), la intervención en Haití y Líbano (que ahora se pondrá a prueba), y en general toda la política exterior del gobierno del PSOE, ha sido seguidista, aunque sea con matices, de las potencias imperialistas, sea Estados Unidos, sea Francia o Alemania. Ahora todas sus esperanzas están centradas en que la ONU organice una fuerza de interposición en Gaza. Pero eso no resolverá nada, no evitará que el gobierno sionista de Israel pisotee los derechos palestinos siempre que considere oportuno. El problema que tiene el gobierno del PSOE es que la política exterior es una continuidad de la política interior. Y si en el terreno económico y social adoptan medidas en beneficio de los grandes banqueros y empresarios, en política exterior se tienen que plegar a esos mismos intereses.
La lucha del pueblo árabe
• Los regímenes árabes pro-imperialistas han demostrado su auténtico carácter. Sus intereses burgueses y su alianza con los imperialistas son mil veces más importantes que sus ‘hermanos palestinos’. Especialmente, la dictadura de Hosni Mubarak en Egipto es corresponsable de esta agresión, participando del bloqueo a Gaza ¡incluso en esta situación!, y reprimiendo a decenas de miles de manifestantes que han salido a la calle de todas las ciudades egipcias para mostrar su solidaridad con el pueblo palestino. La policía egipcia también ha disparado a población palestina desesperada por pasar la frontera. En Marrakesh Abd Razak el Kadiri, un estudiante como nosotros, ha sido asesinado por la policía marroquí de Mohamed VI. La misma represión, las mismas balas, son la respuesta de los Gobiernos árabes a la lucha de sus pueblos.
La solución para lograr la fraternidad entre los pueblos de Oriente Medio y la auténtica paz es el socialismo. Bajo el capitalismo y la ocupación no hay salida
• La única solución realista para acabar con esta masacre, para terminar con el sufrimiento del pueblo palestino y de los países árabes, es unir a todos los oprimidos, por encima de las fronteras nacionales, en una lucha común. Sólo acabando con los regímenes pro-imperialistas del mundo árabe y con el gobierno sionista será posible la paz. Pero para eso es necesario la unidad de los trabajadores y los jóvenes árabes con sus hermanos de clase israelíes bajo la misma bandera de la lucha anticapitalista, antiimperialista, y por una Federación Socialista de Oriente Medio. De esta manera, se podrían eliminar los intereses capitalistas e imperialistas en la zona y el militarismo, y se crearían las condiciones para un desarrollo económico sin paro y sin miseria. Con una Federación Socialista basada en el control democrático de la mayoría de la población, no habría lugar para los odios religiosos y sectarios, y los pueblos de Oriente Medio podrían alcanzar una convivencia fraternal y en paz.
• El Sindicato de Estudiantes anima a participar en todas las manifestaciones convocadas contra la masacre, y organizará una campaña de solidaridad internacionalista, con actos en institutos y facultades, movilizaciones, etc., para defender estas ideas.
¡Fuera las tropas de ocupación israelíes!