¡Abajo el Gobierno de JOH!

¡Por un Gobierno de los trabajadores y el pueblo!

En los últimos meses un impresionante movimiento de los trabajadores y la juventud ha recorrido Honduras como respuesta a las medidas de privatización de la sanidad y la educación públicas aprobadas por el Gobierno de Juan Orlando Hernández (JOH) a finales de abril.

Decenas de miles de trabajadores de la sanidad y la educación, respondiendo a los llamamientos de la Plataforma en defensa de la Salud y la Educación, tomaron las calles en grandes manifestaciones, impulsaron asambleas y realizaron cortes de carreteras. La represión desatada por el Gobierno contra este movimiento, lejos de aplastarlo lo hizo más fuerte, sumando a cada vez más sectores y extendiéndose poderosamente. La lucha contra estas medidas de privatización de servicios públicos esenciales está siendo el cauce por el que se expresa la tremenda rabia y malestar acumulados por los trabajadores y el pueblo hondureño.

En el país se vive una situación límite: según datos del Banco Mundial, el 60% de la población hondureña vive en la pobreza y el país enfrenta los niveles más altos de desigualdad económica de Latinoamérica. Además en Honduras, la tasa de crimen y violencia es de las más altas del mundo. El Gobierno actual ha alcanzado los récords en niveles de corrupción, con la complicidad de EEUU y la UE, y en torno a él se han agrupado los distintos sectores de la clase dominante -jefes del ejército y la policía, grandes empresarios, la cúpula de la Iglesia católica- con el único objetivo de mantener el poder a toda costa frente a las movilizaciones de los trabajadores que en las últimas décadas han amenazado sus privilegios.

El carácter mafioso y corrupto del Gobierno hondureño se refleja en el abandono de servicios públicos fundamentales, como la sanidad y la educación. El vicepresidente del Colegio Profesional Superación Magisterial Hondureño declaraba que “el 75 por ciento de los centros educativos están destruidos. No hay pupitres en las aulas, no hay merienda escolar ni capacitación docente.” De la misma forma la sanidad pública ha sido desmantelada progresivamente, disponiendo de tan solo 16 médicos por cada 10.000 habitantes -cuando las estimaciones internacionales indican que debería haber como mínimo 25-.

El pueblo hondureño se ha movilizado para mejorar sus condiciones de vida durante toda una década, mostrando una enorme voluntad de lucha. La oligarquía -con el apoyo de la burguesía internacional- ha respondido con golpes de Estado, fraudes electorales y una brutal represión.

El potente movimiento actual también ha sido reprimido duramente. La semana pasada la intervención de la policía militar contra los manifestantes se saldaba con tres muertos y decenas de heridos. Con objetivo de aplastar este levantamiento por todos los medios, la represión también se ha dirigido salvajemente contra la juventud. El pasado 24 de junio la policía y la PMOP (Policía Militar de Orden Público) entraron en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) “de manera violenta y salvaje” y dispararon a “bala viva” contra los estudiantes que allí se manifestaban, dejando al menos 8 heridos y otros varios afectados por los gases lacrimógenos.

Desde el Sindicato de Estudiantes denunciamos y condenamos rotundamente la salvaje represión a los estudiantes de la UNAH así como al conjunto de los trabajadores y el movimiento contra el gobierno corrupto y asesino de JOH. Queremos mostrar nuestra solidaridad con el movimiento revolucionario en Honduras, toda una inspiración para los que luchamos contra la opresión que genera este sistema y por transformar la sociedad. Estos meses de lucha han demostrado que el pueblo hondureño tiene la fuerza y la determinación para acabar con su Gobierno corrupto y asesino y con las condiciones de pobreza y opresión que sufren día a día.