Junto a esta suspensión se reducirán autobuses en otras 18 líneas y se suprimirá toda la red de buhometros. Paralelamente hace unos días el presidente de la Comunidad de Madrid anunciaba una Ley de Competitividad del Transporte que permita comenzar a meter capital privado en las empresas públicas de transporte de la comunidad.
Es evidente que la intención es conceder estos servicios a empresas privadas. Igual de evidente es que a corto plazo esto supondrá el encarecimiento del servicio y su peor funcionamiento; y a largo plazo la privatización gradual de la red de Metro e Interurbanos y la pérdida y precarización de los puestos de trabajo.
Esto no es un caso aislado. Desde el Ministerio de Fomento se anunciaba a principios de verano la eliminación de lineas de ferrocarril públicas, la fragmentación de Renfe en cuatro Sociedades Anónimas y de Adif en dos, a la par que se privatizan 71 aparcamientos a lo largo de unas 50 estaciones. Y tampoco es un fenómeno nuevo: hace ya tiempo que se lanzaron a la privatización de las líneas de autobús municipales en los pueblos y de las lineas regionales.
El elemento central en todo esto es que el servicio, al pasar de manos públicas a privadas, deja de cumplir una función social para satisfacer el lucro privado. Esto deriva en el aumento de precios, la reducción de horarios, o incluso en la supresión completa o casi completa de determinados viajes. Este tipo de políticas sólo pretenden desviar fondos públicos, sacados de los impuestos de los trabajadores, a bolsillos privados y hacer de cualquier necesidad un lucrativo negocio para los principales empresarios del sector.
Desde el Sindicato de Estudiantes estamos completamente en contra de estas médidas, y denunciamos tanto al Ayuntamiento como a la Comunidad de Madrid, que si bien justifican estos nuevos recortes indicando que no hay dinero, no se cortan un pelo en gastar dinero público en la candidatura olímpica o en favorecer a individuos como Sheldon Adelson para financiarle la construcción de un macro casino en Alcorcón.
Estos planes, junto con las privatizaciones en sanidad o educación, buscan que los beneficios perdidos por la crisis se mantengan e incrementen a nuestra costa. Este Gobierno no duda en dar decenas de miles de millones de euros a la banca, además de haber saqueado, como se ha conocido ahora por el caso Barcenas, miles de millones de euros con tramas de corrupción que salpican a los principales miembros del Gobierno y de la casta empresarial de este país.
Llamamos a los estudiantes a apoyar, participar y difundir la lucha de los conductores de EMT, a solidarizarse con sus reivindicaciones, así como a luchar contra todos y cada uno de los recortes planteados por el Gobierno en la EMT. Así mismo invitamos a los compañeros de la EMT a confluir con los estudiantes, padres, madres y profesores en la Semana de Lucha convocada por el Sindicato de Estudiantes del 21 al 25 de octubre, sumándose a las manifestaciones convocadas para los días 23 y 24 de octubre.
En defensa de una educación pública de calidad
En defensa de un transporte público y de calidad
¡¡Obreros y estudiantes, unidos y adelante!!