El primer día de la huelga indefinida convocada por los sindicatos del profesorado balear en defensa de la escuela pública, contra los recortes del gobierno y contra el decreto lingüistico que quiere imponer el PP para acabar con el aprendizaje del catalán en las islas, se ha convertido en una de las mayores huelgas educativas de toda la Historia.
Las cifras de seguimiento hablan por sí solas: en Mallorca han participado en el paro un 91% de los profesores, en Menorca un 93%, en Ibiza un 90% y en Formentera el 95% de los mismos.
Esta Huelga histórica es la respuesta que nuestros profesores han dado al recorte de 300.000 euros a las becas de comedor y transporte llevado adelante por el PP Balear, así como la contestación contundente que merece el infame decreto de la lengua que persigue destruir el modelo de inmersión lingüística vigente hasta el momento, y que permite integrar a todos los estudiantes, sin diferenciación ni exclusiones, para conocer con garantías tanto el catalán como el castellano.
El ataque lingüistico del PP Balear es el mismo que ya llevaran adelante desde el Partido Popular en el País Valencià el curso pasado, y una copia a su vez del que desde el Ministerio de Educación se justificaba por parte del mismísimo José Ignacio Wert para devolvernos a las cavernas educativas del franquismo y así, “españolizar a los estudiantes catalanes”.
Esta impresionante Huelga se ha coronado con una gran concentración de profesores, todos con sus camisetas verdes en defensa de la escuela pública, frente a la sede gubernamental. Donde entre otras muchas cosas se ha exigido la dimisión de José Ramón Bauzá (presidente de las Islas Baleares por el Partido Popular), desde cuyo gobierno se ha intentado cercenar el derecho a huelga amenazando directamente al profesorado con proclamas como las lanzadas por el diputado Antoni Camps, quien públicamente decía: “Sabremos, con nombres y apellidos quiénes están preocupados por el futuro de nuestros hijos y quiénes juegan con los alumnos” recordando toda nitidez las amenazas y listas negras que durante la dictadura se hacían en las empresas para despedir o no contratar directamente a aquellos trabajadores que defendieran sus derechos de manera democrática.
A pesar de todas las amenazas, imposición de servicios mínimos abusivos, provocaciones e insultos por parte de los dirigentes del Partido Popular, la huelga ha sido un éxito que no tiene precedentes y, que a su vez, marca el camino de las movilizaciones que en las próximas semanas sacudirán al conjunto del Estado y que en las Islas Baleares continuarán desde mañana mismo.
Contra los recortes y ataques del Partido Popular… ¡Sí se puede!