Rafael Crespo Estepa, nuestro querido amigo y camarada Foca, nos dejó la tarde del pasado 20 de marzo. Todos aquellos que tuvimos la oportunidad y el placer de conocerlo y luchar con él, pudimos apreciar su contagioso entusiasmo por la vida así como su profunda y arraigada dedicación a la tarea de la transformación socialista de la sociedad. Luchador incansable, siempre firme ante las adversidades y dificultades, plenamente dedicado a su labor revolucionaria.
Su larga trayectoria revolucionaria, militante comunista desde muy joven y durante los últimos 25 años compañero de la Corriente Marxista Revolucionaria – El Militante, puso a prueba al compañero. Toda lucha obrera en la que pudiera participar, contaba con su presencia. Si había que participar de madrugada en los piquetes de una huelga, desplazarse a Tarragona para la lucha de EMTE o a Girona para las luchas de la limpieza, donde hiciera falta... ahí estaba el camarada. Cuando algún compañero sufría los golpes de la lucha, era despedido o represaliado por su empresa por practicar un sindicalismo combativo; cuando algún camarada flaqueaba en su empeño en la lucha ... ahí estaba el camarada, dando ánimos y argumentos para seguir adelante, bromeando para refrescar el ambiente.
Abordaba con especial ahínco y perseverancia la importante labor de difusión de la literatura marxista. Eficaz organizador de las mesas públicas de la Fundación Federico Engels, vivía con auténtica alegría y satisfacción todos sus avances y logros, cada nueva edición de un libro, cada nueva oportunidad de popularizar las ideas del socialismo científico. En Sant Jordi, a pesar de las largas horas que pasaba atendiendo las mesas de la Fundación en las Ramblas de Barcelona, no se marchaba a descansar hasta el final.
Fue también un entusiasta divulgador de la historia y las tradiciones de la lucha proletaria, especialmente con los jóvenes camaradas. De forma paciente y tranquila, en ocasiones severa, trataba de transmitir las ideas del marxismo por la vía de los hechos, con el ejemplo de la abnegación y el compromiso de la militancia comunista. Participaba con los jóvenes para transmitir... y, sobretodo, para alimentarse del entusiasmo con el que la juventud se incorpora a la lucha. En la última década no ha habido huelga ni movilización del Sindicato de Estudiantes en Barcelona que no contara con la presencia activa del compañero, con las mismas ganas e incluso los nervios de la primera vez.
La vida le sometió a duros retos tanto en el terreno personal como en el político. No tomaba decisiones a la ligera, ante las adversidades y dificultades, reflexionaba y sopesaba la mejor opción desde una perspectiva plenamente solidaria, relegando el interés individual en beneficio de lo mejor para con los más cercanos, con la organización y con nuestra clase. Y, una vez tomada su decisión, no cesaba en su empeño por lograr lo que se proponía, haciendo los sacrificios que fueran necesarios. Así, fue capaz de superar todas las dificultades y problemas a los que se enfrentó.
El reciente y repentino empeoramiento de su salud no consiguió apagar su entusiasmo vital, que mantuvo hasta el final. Incluso estando ingresado en el hospital reclamaba literatura marxista y la prensa diaria, deseoso de conocer la actualidad de la lucha de clases. La enfermedad golpeó su cuerpo, pero no pudo aplacar su espíritu combativo y luchador, revolucionario y comunista, que perduró hasta su último aliento.
Los comunistas somos materialistas y no creemos en una existencia espiritual después de la muerte. Pero bien es cierto que nuestro querido amigo seguirá vivo en nuestro recuerdo, en la inspiración que nos deja su ejemplo para reafirmarnos en la tarea a la que dedicó su vida: la organización consciente de los trabajadores para construir una sociedad sin clases, sin opresión ni violencia, una sociedad socialista. Este es el homenaje que te brindamos camarada y amigo Foca, seguir adelante con tu lucha, con nuestra lucha.
Hasta siempre compañero,
tus camaradas NUNCA TE OLVIDAREMOS