
También se cumple un año de la histórica asamblea celebrada en la Iglesia de San Francisco, convocada por los sindicatos ELA, LAB, ESK y STEE, ante la necesidad de unir fuerzas y coordinar las empresas de lucha, debido a la avalancha de Expedientes de Regulación de Empleo como consecuencia de la crisis capitalista. Esta asamblea fue el preludio de la manifestación del aniversario del 3 de Marzo del 76, la más multitudinaria desde hacía treinta años. Más de 7.000 personas, entre ellas obreros de Laminaciones Arregui, Recticel y otras empresas en lucha, demostraron la disposición de la clase obrera a luchar, y así se demostró en la huelga general del 21 de mayo que, a pesar de la división sindical, fue una respuesta contundente ante los ataques salvajes por parte de la patronal y de la burguesía.
Ha pasado un año y las cuentas están claras: más de cuatro millones de parados, cierres de fábricas y más EREs, recortes salariales, desahucios, y una patronal que está dispuesta a todo con tal de que la crisis capitalista la paguemos los trabajadores.
Es necesario, pues, retomar otra vez la senda que inició esa asamblea en San Francisco, y darle continuidad, unificando y coordinando las fábricas con EREs, creando comités de apoyo en los barrios y en los centros de estudio. La única forma de enfrentarse a la crisis capitalista es basarse en la unidad y la fuerza de la clase trabajadora, planteando la nacionalización de las fábricas en crisis y su puesta en producción bajo control obrero, por la defensa de los puestos de trabajo.