Los trabajadores de SINTEL se han visto obligados a volver a las movilizaciones. Transcurrido año y medio desde que desmontaron el "Campamento de la Esperanza" en el Paseo de la Castellana, Telefónica y el Gobierno del PP han incumplido los acuerdos a los que llegaron con los trabajadores. Hubo un compromiso para la recolocación de los trabajadores que todavía no podían acceder a la prejubilación y, a fecha de hoy, aún no ha habido nada de esto. En palabras de Adolfo Jiménez, Presidente de la Asociación para la Colaboración con los Trabajadores de Síntel, "esta asociación no ha recibido ni una sola oferta de trabajo(...). Además si hay alguna duda, hemos declarado públicamente,(...), que si un trabajador de Síntel ha rechazado un contrato de trabajo queda desvinculado del acuerdo. Al día de hoy nadie ha podido presentar ningún rechazo, por la sencilla razón de que no ha existido ninguna oferta de empleo". (El Militante, marzo 2003)

Pero los trabajadores se han encontrado con que el delegado del gobierno de Madrid, el señor Ansuátegui, ha prohibido cualquier tipo de manifestación convocada por los trabajadores de Síntel alegando que son reiterativas. Para empeorar las cosas, a la denuncia de los trabajadores ha contestado un juez diciendo que "eso de las manifestaciones es algo de la prehistoria, de hace cincuenta años, que hoy se puede protestar por internet". El carácter reaccionario de este comentario es evidente. Una vez más vemos al servicio de quién están muchos de los jueces de este país y en definitiva a quién sirve la justicia.

Más grave es la actitud que los actuales dirigentes de CCOO han adoptado. Se han puesto del lado de la multinacional Telefónica y del Gobierno PP al aprobar una resolución en la que se dice que los acuerdos que propiciaron el desmantelamiento del campamento de la Castellana sí están cumplidos acusando, en definitiva, a los trabajadores de Síntel de vagos que lo que no quieren es trabajar. Es sorprendente a donde ha llevado a la actual dirección de CCOO la política de intentar deshacerse de los sectores más combativos de su propio sindicato. Prefieren abandonar a su suerte a 1200 trabajadores y sus familias que a tener 1200 afiliados organizados reivindicando un sindicato más combativo.

Los trabajadores de Síntel siguen en la lucha y necesitan nuestra solidaridad y ayuda. Están participando en todas las movilizaciones que está habiendo y, como sabéis, han estado con los estudiantes en todas las manifestaciones que hemos convocado y en estas últimas contra la guerra imperialista en Iraq. Os proponemos que enviéis faxes de protesta a la dirección confederal de CCOO exigiendo que cambie de rumbo y se posicione del lado de los trabajadores de Síntel.

Enviar faxes a Ejecutiva Confederal de CCOO nº 91 310 48 04