Pero los trabajadores se han encontrado con que el delegado del gobierno de Madrid, el señor Ansuátegui, ha prohibido cualquier tipo de manifestación convocada por los trabajadores de Síntel alegando que son reiterativas. Para empeorar las cosas, a la denuncia de los trabajadores ha contestado un juez diciendo que "eso de las manifestaciones es algo de la prehistoria, de hace cincuenta años, que hoy se puede protestar por internet". El carácter reaccionario de este comentario es evidente. Una vez más vemos al servicio de quién están muchos de los jueces de este país y en definitiva a quién sirve la justicia.
Más grave es la actitud que los actuales dirigentes de CCOO han adoptado. Se han puesto del lado de la multinacional Telefónica y del Gobierno PP al aprobar una resolución en la que se dice que los acuerdos que propiciaron el desmantelamiento del campamento de la Castellana sí están cumplidos acusando, en definitiva, a los trabajadores de Síntel de vagos que lo que no quieren es trabajar. Es sorprendente a donde ha llevado a la actual dirección de CCOO la política de intentar deshacerse de los sectores más combativos de su propio sindicato. Prefieren abandonar a su suerte a 1200 trabajadores y sus familias que a tener 1200 afiliados organizados reivindicando un sindicato más combativo.
Los trabajadores de Síntel siguen en la lucha y necesitan nuestra solidaridad y ayuda. Están participando en todas las movilizaciones que está habiendo y, como sabéis, han estado con los estudiantes en todas las manifestaciones que hemos convocado y en estas últimas contra la guerra imperialista en Iraq. Os proponemos que enviéis faxes de protesta a la dirección confederal de CCOO exigiendo que cambie de rumbo y se posicione del lado de los trabajadores de Síntel.
Enviar faxes a Ejecutiva Confederal de CCOO nº 91 310 48 04