
En los últimos días las declaraciones vertidas por Ángel Gabilondo en su comparecencia parlamentaria del pasado miércoles 27 de Mayo, han sido reproducidas en numerosos medios de comunicación. Desde el Sindicato de Estudiantes queremos trasladar nuestra opinión al respecto de las mismas,
para lo que exponemos a continuación una primera aproximación a los datos que, interesadamente, se están dando de forma fragmentada y poco concreta.
En primer lugar queremos señalar nuestra sorpresa al enterarnos de estas medidas a través de la prensa. Consideramos que lo más apropiado habría sido que el Ministro hubiera mantenido una reunión con organizaciones estudiantiles con el fin de trasladar sus propuestas y poder escuchar de primera mano la voz del conjunto la Comunidad Educativa. Con este ánimo, desde el Sindicato de Estudiantes solicitamos una reunión con el Ministro de Educación en reiteradas ocasiones desde su nombramiento, reunión que a día de hoy todavía no se ha producido.
Respecto a las medidas anunciadas por el propio Ministro en los últimos días queremos señalar lo siguiente:
-De las pocas medidas concretas anunciadas y de la nota de prensa colgada en la página Web del Ministerio, en absoluto se desprende un cambio o avance significativo en la política general que hasta ahora está llevando adelante el Gobierno.
-Si nos centramos en las cifras “estrella” planteadas por el Ministro y las analizamos con detenimiento, nos daremos cuenta de que no sirven, en absoluto, para cubrir los propósitos que dicen perseguir. De esta forma la tan anunciada “nueva” política de becas, hará que tan solo puedan acceder a las mismas un 5% más de alumnos respecto al año anterior, cifra absolutamente insuficiente teniendo en cuenta que en el Estado español sólo el 14% de los estudiantes universitarios reciben algún tipo de beca, un porcentaje ridículo si se compara con el 40% de media en el resto de Europa.
-Además de esto, sobre el tan anunciado incremento de un 8% en la dotación presupuestaria para las becas, cabe resaltar que ante el incremento de las tasas universitarias en más de un 100% para muchas carreras, ésta subida no representará ningún avance. En cualquier caso, y al margen del ámbito universitario, este incremento en absoluto va a suponer una mejora significativa respecto a la política de becas existente, ya que de media una beca estudiantil supone poco más de 38€ mensuales. Hacer un incremento de un 8% sobre ésta cantidad no soluciona ningún problema de calado.
-Por otra parte, los problemas que padece la educación pública no requieren únicamente de un “impulso” en la política de becas, lo que hace falta es dotar de una buena financiación a la escuela pública. En este sentido, hay que recordar que actualmente se continúa dedicando a la educación un porcentaje del PIB menor que el que se destinaba en 1993. A día de hoy nos encontramos cerca de medio punto por debajo de lo destinado en aquel momento, situándonos en un 4.54% respecto al 5.1% del PIB que se dedicaba entonces. Con las medidas recientemente anunciadas no se combaten los claros déficit en materiales, clases de apoyo, psicólogos, pedagogos, la masificación de las aulas y demás problemas estructurales que padece la educación pública.
-Respecto a la famosa beca de “mantenimiento” de 1.350€ anuales, de ayuda para los estudiantes en riesgo de abandono del sistema educativo sin obtención de título, también tenemos mucho que decir. En primer lugar, destacar que esta cuantía es ridícula, ya que supondría un aporte de 112 € mensuales. Cantidad que evidentemente no es ninguna solución o incentivo para los jóvenes que abandonan el sistema educativo en busca de un empleo. Pero tan escandaloso como esto es que los alumnos que podrán optar a esta beca serán una ínfima minoría: únicamente aquellos que cursen Programas de Cualificación Profesional Inicial que, en total, respecto a la población estudiantil del curso 2007/2008, supondrían en el mejor de los casos un 0.53%, aunque si esta nueva beca se aplicase de manera estricta, con los datos del curso pasado sólo podrían solicitarla un 0.006% del total de la población estudiantil.
-Para finalizar, queremos hacer referencia a la llamada “beca salario” de 2.800€ para los estudiantes de grado. Sobre esta ayuda lo primero que habría que decir es que no debería calificarse de beca salario, puesto que 2.800€ en un año suponen un ingreso de 233€ al mes, una cantidad muy lejana incluso a la de un salario precario. En cualquier caso, esta beca es un reconocimiento explícito a las denuncias que, desde el Sindicato de Estudiantes, venimos haciendo sobre las implicaciones de la aplicación de los Planes de Bolonia. Si el Ministerio de Educación hace propaganda con esta beca, es porque sabe a ciencia cierta que con la aplicación de los Planes de Bolonia el acceso a la universidad quedará vetado para miles de hijos de trabajadores por los enormes desembolsos económicos que supone. Esta ayuda no solucionará el problema de fondo de la aplicación de Bolonia, ya que esta contrarreforma, además de las numerosas barreras económicas que implica, impide en la práctica compaginar la vida laboral y la vida académica, por lo que muchos jóvenes que tienen que buscar un empleo para ayudar a sostener la economía familiar, y más en este contexto de crisis económica, se verán excluidos del acceso a la universidad.
El PSOE debe dar un giro de 180º en su política educativa, económica y social.
Lo que los estudiantes y las familias obreras necesitamos es que se dediquen los ingentes recursos generados por el conjunto de los trabajadores para garantizar unos servicios públicos de calidad, donde educación y sanidad deben ser prioritarios, pero estos recursos también deberían utilizarse para otorgar un subsidio de desempleo indefinido de 1.100€ a los trabajadores desempleados, al fin y al cabo, y como dice la propaganda electoral del PSOE, los trabajadores y sus hijos no somos los culpables de la crisis.
Para financiar estas medidas, habrían sido de gran ayuda los 150 mil millones de euros que Zapatero entregó a la banca a finales del año pasado, y que han desaparecido en los bolsillos de los grandes banqueros sin que la situación de los trabajadores y sus familias haya mejorado en nada.
En el ámbito estrictamente educativo, es necesario que se adopte una decidida política en favor de la educación pública, desterrando de los presupuestos del Estado las ayudas a la escuela privada-concertada, incluyéndola de manera inmediata en una única red de escuela pública. Donde se incremente hasta el 7% del PIB los recursos destinados a la educación. La única forma de garantizar una educación pública integral y de calidad, pasa por paralizar de manera inmediata la aplicación de los Planes de Bolonia, asegurando la universalidad del acceso gratuito a la universidad.
Ésta sí que sería una política auténticamente socialista, que ayudaría a paliar las diferencias sociales existentes, y que nos pondría en mejor disposición para enfrentar la crisis en la que el capitalismo nos ha inmerso y de la que los estudiantes y la clase trabajadora no somos responsables, sino víctimas.
En primer lugar queremos señalar nuestra sorpresa al enterarnos de estas medidas a través de la prensa. Consideramos que lo más apropiado habría sido que el Ministro hubiera mantenido una reunión con organizaciones estudiantiles con el fin de trasladar sus propuestas y poder escuchar de primera mano la voz del conjunto la Comunidad Educativa. Con este ánimo, desde el Sindicato de Estudiantes solicitamos una reunión con el Ministro de Educación en reiteradas ocasiones desde su nombramiento, reunión que a día de hoy todavía no se ha producido.
Respecto a las medidas anunciadas por el propio Ministro en los últimos días queremos señalar lo siguiente:
-De las pocas medidas concretas anunciadas y de la nota de prensa colgada en la página Web del Ministerio, en absoluto se desprende un cambio o avance significativo en la política general que hasta ahora está llevando adelante el Gobierno.
-Si nos centramos en las cifras “estrella” planteadas por el Ministro y las analizamos con detenimiento, nos daremos cuenta de que no sirven, en absoluto, para cubrir los propósitos que dicen perseguir. De esta forma la tan anunciada “nueva” política de becas, hará que tan solo puedan acceder a las mismas un 5% más de alumnos respecto al año anterior, cifra absolutamente insuficiente teniendo en cuenta que en el Estado español sólo el 14% de los estudiantes universitarios reciben algún tipo de beca, un porcentaje ridículo si se compara con el 40% de media en el resto de Europa.
-Además de esto, sobre el tan anunciado incremento de un 8% en la dotación presupuestaria para las becas, cabe resaltar que ante el incremento de las tasas universitarias en más de un 100% para muchas carreras, ésta subida no representará ningún avance. En cualquier caso, y al margen del ámbito universitario, este incremento en absoluto va a suponer una mejora significativa respecto a la política de becas existente, ya que de media una beca estudiantil supone poco más de 38€ mensuales. Hacer un incremento de un 8% sobre ésta cantidad no soluciona ningún problema de calado.
-Por otra parte, los problemas que padece la educación pública no requieren únicamente de un “impulso” en la política de becas, lo que hace falta es dotar de una buena financiación a la escuela pública. En este sentido, hay que recordar que actualmente se continúa dedicando a la educación un porcentaje del PIB menor que el que se destinaba en 1993. A día de hoy nos encontramos cerca de medio punto por debajo de lo destinado en aquel momento, situándonos en un 4.54% respecto al 5.1% del PIB que se dedicaba entonces. Con las medidas recientemente anunciadas no se combaten los claros déficit en materiales, clases de apoyo, psicólogos, pedagogos, la masificación de las aulas y demás problemas estructurales que padece la educación pública.
-Respecto a la famosa beca de “mantenimiento” de 1.350€ anuales, de ayuda para los estudiantes en riesgo de abandono del sistema educativo sin obtención de título, también tenemos mucho que decir. En primer lugar, destacar que esta cuantía es ridícula, ya que supondría un aporte de 112 € mensuales. Cantidad que evidentemente no es ninguna solución o incentivo para los jóvenes que abandonan el sistema educativo en busca de un empleo. Pero tan escandaloso como esto es que los alumnos que podrán optar a esta beca serán una ínfima minoría: únicamente aquellos que cursen Programas de Cualificación Profesional Inicial que, en total, respecto a la población estudiantil del curso 2007/2008, supondrían en el mejor de los casos un 0.53%, aunque si esta nueva beca se aplicase de manera estricta, con los datos del curso pasado sólo podrían solicitarla un 0.006% del total de la población estudiantil.
-Para finalizar, queremos hacer referencia a la llamada “beca salario” de 2.800€ para los estudiantes de grado. Sobre esta ayuda lo primero que habría que decir es que no debería calificarse de beca salario, puesto que 2.800€ en un año suponen un ingreso de 233€ al mes, una cantidad muy lejana incluso a la de un salario precario. En cualquier caso, esta beca es un reconocimiento explícito a las denuncias que, desde el Sindicato de Estudiantes, venimos haciendo sobre las implicaciones de la aplicación de los Planes de Bolonia. Si el Ministerio de Educación hace propaganda con esta beca, es porque sabe a ciencia cierta que con la aplicación de los Planes de Bolonia el acceso a la universidad quedará vetado para miles de hijos de trabajadores por los enormes desembolsos económicos que supone. Esta ayuda no solucionará el problema de fondo de la aplicación de Bolonia, ya que esta contrarreforma, además de las numerosas barreras económicas que implica, impide en la práctica compaginar la vida laboral y la vida académica, por lo que muchos jóvenes que tienen que buscar un empleo para ayudar a sostener la economía familiar, y más en este contexto de crisis económica, se verán excluidos del acceso a la universidad.
El PSOE debe dar un giro de 180º en su política educativa, económica y social.
Lo que los estudiantes y las familias obreras necesitamos es que se dediquen los ingentes recursos generados por el conjunto de los trabajadores para garantizar unos servicios públicos de calidad, donde educación y sanidad deben ser prioritarios, pero estos recursos también deberían utilizarse para otorgar un subsidio de desempleo indefinido de 1.100€ a los trabajadores desempleados, al fin y al cabo, y como dice la propaganda electoral del PSOE, los trabajadores y sus hijos no somos los culpables de la crisis.
Para financiar estas medidas, habrían sido de gran ayuda los 150 mil millones de euros que Zapatero entregó a la banca a finales del año pasado, y que han desaparecido en los bolsillos de los grandes banqueros sin que la situación de los trabajadores y sus familias haya mejorado en nada.
En el ámbito estrictamente educativo, es necesario que se adopte una decidida política en favor de la educación pública, desterrando de los presupuestos del Estado las ayudas a la escuela privada-concertada, incluyéndola de manera inmediata en una única red de escuela pública. Donde se incremente hasta el 7% del PIB los recursos destinados a la educación. La única forma de garantizar una educación pública integral y de calidad, pasa por paralizar de manera inmediata la aplicación de los Planes de Bolonia, asegurando la universalidad del acceso gratuito a la universidad.
Ésta sí que sería una política auténticamente socialista, que ayudaría a paliar las diferencias sociales existentes, y que nos pondría en mejor disposición para enfrentar la crisis en la que el capitalismo nos ha inmerso y de la que los estudiantes y la clase trabajadora no somos responsables, sino víctimas.