Comienza el cierre de carreras impulsado por el Ministerio de Educación
 
El pasado 28 de febrero se votó en la Universidad Rey Juan Carlos, con el rector a la cabeza, el nuevo régimen de reglamento interno en el que se establecían, entre otros puntos, la supresión de 10 titulaciones y la implantación de una Ley Mordaza hecha a medida para imponer en todas las facultades.

Desde que diferentes grupos de estudiantes conocimos la noticia, gracias a una filtración a los compañeros del Grado de Sociología, comenzó una gran explosión entre los alumnos de las titulaciones afectadas, pues no íbamos a permitir que decidieran nuestro futuro en una mesa y en una silla en la que sólo se sientan los intereses de los grandes empresarios y la derecha, quienes no miran más allá de sus propios beneficios y de hacer negocio con las carreras y los propios alumnos de la universidad.

Lo inaudito de toda esta situación es que la URJC es una universidad con superávit, y la única de la Comunidad de Madrid que no tiene pérdidas, sin embargo se trata de justificar el cierre de diez carreras argumentando que hay pocos alumnos en cada carrera y que por tanto no es rentable mantener nuestra educación.

Si al rectorado le importase realmente llenar las aulas con estudiantes que quieren estudiar estos grados lo tendría muy fácil, sólo tendría que dirigirse a los cerca de 30.000 jóvenes que en la Comunidad de Madrid a duras penas pueden pagar las abusivas tasas académicas y abrirles las puertas de la universidad para que a través del estudio y la formación luchen por tener un futuro mejor. Pero evidentemente esto no es lo que preocupa al rectorado, que en última instancia es un engranaje más al servicio de la elitización de la educación universitaria, para ellos más importante que garantizar el derecho al estudio de cualquier joven, es cumplir a pies juntillas los designios del Ministerio de Educación y la Consejería de Educación, que en repetidas ocasiones ya han dicho que sobran carreras, profesores y estudiantes. Este es el verdadero motivo de fondo que está detrás del cierre de diez titulaciones de la noche a la mañana. El primer paso no ya para cerrar facultades enteras, sino para posibilitar en un futuro el cierre de la propia universidad.

La respuesta de los estudiantes de la URJC no se ha hecho esperar, y esta ha sido una primera semana de lucha muy intensa, comenzando el viernes con una concentración a las puertas del rectorado con unos doscientos estudiantes. Desde ese momento los estudiantes de la URJC hemos realizado tres asambleas y dos concentraciones más con grandes resultados: la creación de una Asamblea de Afectados, la participación de alumnos ajenos a la asamblea y la creación de un fondo de lucha común para las hojas y materiales informativos que vamos a ir distribuyendo.

El punto álgido de esta primera semana de movilización se produjo el pasado 6 de Marzo en la plaza de la universidad, cuando se realizó una importantísima concentración con entre 400 y 500 compañeros. La manifestación más grande dentro de los muros de la universidad desde hace cinco años.

Desde el Sindicato de Estudiantes hemos participado en todos y cada uno de estos actos, y desde el primer momento hemos planteado un mensaje claro y contundente señalando no sólo a los órganos del Consejo de Gobierno de la Universidad Rey Juan Carlos como responsables de tales ataques, sino que señalamos los interese políticos y la responsabilidad en toda esta situación de la Comunidad de Madrid como instigadora para suprimir estos 10 grados; al señor Wert por sus politicas de recortes como Ministro de Cultura; y al Gobierno de Mariano Rajoy que desde hace ya dos años está empeñado en hundir nuestras condiciones de vida.

Por todo esto desde el Sindicato de Estudiantes pensamos que al mejor forma de continuar la movilización es organizando un gran cortejo de la URJC que pueda participar en la manifestación del próximo 27 de Marzo haciendo visible ante toda la comunidad educativa, y ante los compañeros del resto de universidades públicas, cuál es el camino que el Partido Popular tiene preparado para continuar cercenando el derecho de los jóvenes de familias más humildes a acceder a la educación universitaria. Algo que haremos todo lo posible por revertir extendiendo la lucha al profesorado y personal de administración y servicios de la Universidad.

¡Por una educación pública, gratuita y de calidad!

¡El hijo del obrero a la universidad!

¡NO AL CIERRE DE GRADOS!